Kevin Costner vuelve a su papel de héroe en 'The guardian'

Como si se tratara de una escena más del filme que llegará a las pantallas españolas el 11 de octubre, la estrella hollywoodiense Kevin Costner compareció, ayer en Madrid, con la gorra de guardacostas bien calada. El oscarizado actor encarna en The guardian de nuevo a un héroe: Ben Randall, un legendario miembro del Cuerpo de Nadadores de Rescate de la Guardia Costera, la única división del Ejército estadounidense que no se entrena para quitar vidas sino para salvarlas. Costner admitió, sin embargo, que en lo que a su carrera profesional se refiere, él se abstiene de nadar a cont...

Como si se tratara de una escena más del filme que llegará a las pantallas españolas el 11 de octubre, la estrella hollywoodiense Kevin Costner compareció, ayer en Madrid, con la gorra de guardacostas bien calada. El oscarizado actor encarna en The guardian de nuevo a un héroe: Ben Randall, un legendario miembro del Cuerpo de Nadadores de Rescate de la Guardia Costera, la única división del Ejército estadounidense que no se entrena para quitar vidas sino para salvarlas. Costner admitió, sin embargo, que en lo que a su carrera profesional se refiere, él se abstiene de nadar a contracorriente: "No hago películas que tienen mensaje, tampoco para aprovechar catástrofes como el Katrina. The guardian es entretenimiento, es una historia de ficción que trata una situación real, la de esa gente que a diario se juega la vida para salvar a otros".

Las escenas de acción se supone que transcurren en el mar de Bering, pero el set estaba montado en Nueva Orleans. El huracán arrasó la ciudad apenas un mes antes de comenzar el rodaje, forzó el traslado a Louisville y la evacuación de parte del equipo. "No quisimos explotar la desgracia que ocurrió. Quisimos ser sutiles", explicó el director, Andrew Davis.

El actor achacó la cuidada barba que lucía ayer a los gustos de su mujer -"ella insiste en que me la deje"- y tuvo amables palabras para el joven Ashton Kutcher, su pupilo en la ficción. Su altura, por encima del metro noventa, ha determinado, según dice Costner, los papeles de héroe bueno que abundan en su filmografía -"a veces es algo tan sencillo como eso"-.

Actualmente, se prepara para interpretar a "una especie de Doctor Jekyll y Mr. Hyde" en el filme Mr. Brooks y quiere retomar la dirección con un western. "Este género es difícil para el mercado europeo, pero forma parte de mi cultura. Creo en la historia de mi país; no estoy avergonzado aunque haya partes vergonzosas", afirmó. El actor sonriente y patriota acepta, a diferencia de otras estrellas, que de vez cuando "los buenos" también pierden: "Sólo muero si tiene lógica. No soy siempre partidario del final feliz y esto es algo de lo que abusan las películas americanas".