Cien personas acuden en Llodio al homenaje a los etarras muertos

Unas cien personas secundaron en la tarde de ayer en Llodio (Álava) la celebración del Gudari Eguna (día del soldado vasco), con el que la izquierda abertzale rinde homenaje a todos los etarras muertos y en especial a los dos fusilados al final del franquismo, en septiembre de 1975. La convocatoria había sido permitida por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que ordenó a la Ertzaintza que interviniese sólo si se producían actos de enaltecimiento del terrorismo. La marcha, que se desarrolló sin incidentes, se desarrolló bajo discreta vigilancia policial.

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Unas cien personas secundaron en la tarde de ayer en Llodio (Álava) la celebración del Gudari Eguna (día del soldado vasco), con el que la izquierda abertzale rinde homenaje a todos los etarras muertos y en especial a los dos fusilados al final del franquismo, en septiembre de 1975. La convocatoria había sido permitida por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que ordenó a la Ertzaintza que interviniese sólo si se producían actos de enaltecimiento del terrorismo. La marcha, que se desarrolló sin incidentes, se desarrolló bajo discreta vigilancia policial.

Los manifestantes recorrieron varias calles tras una pancarta con el lema Euskal Herria dugu irabazteko ("Tenemos Euskal Herria para ganar"), sin firma, pero con una estrella roja de cinco puntas, símbolo usado habitualmente por la ilegal Segi.

Entre una veintena de ikurriñas, los manifestantes corearon mensajes de "Borroka da bide bakarra" [la lucha es el único camino], vivas a los "soldados vascos", peticiones de amnistía, independencia y socialismo y recuerdos a los presos de ETA, en especial a Iñaki de Juana Chaos, quien hoy cumple 53 días en huelga de hambre.

Un asistente tomó la palabra tras la marcha y destacó la necesidad del "compromiso con la lucha para conseguir la independencia y el socialismo".

Por la mañana, el juez Santiago Pedraz había ordenado a la Ertzaintza que vigilara las concentraciones previstas para hoy en el País Vasco y Navarra y que únicamente actuara si se enaltecía el terrorismo. En un oficio remitido a la Ertzaintza, Pedraz, que sustituía ayer al juez Baltasar Garzón por encontrarse éste de permiso, no prohibía las concentraciones al entender que no había un convocante claro y que, además, eran marchas programadas en todo el País Vasco.

Entre ellas, estaba la prevista en Llodio. La asociación Dignidad y Justicia había solicitado la víspera que se investigara y prohibiera la marcha en ese municipio alavés. La entidad recordaba en su escrito que durante la celebración del Gudari Eguna el sábado pasado en las campas de Atxirulegi, en Oiartzun (Guipúzcoa), donde tres encapuchados en nombre de ETA señalaron que la lucha seguiría "con las armas", se hizo un llamamiento generalizado a la movilización de ayer.

La jornada de manifestaciones, apoyada también por Segi y por Ekin, tiene el objetivo de homenajear y recordar anualmente a los activistas de ETA fallecidos a lo largo de su historia. La fecha coincide con la del fusilamiento en 1975 de Juan Paredes Manot, Txiki, y Ángel Otaegui.

Numerosos pueblos y capitales vascas amanecieron ayer con pintadas de recuerdo a los etarras muertos y con pancartas con el lema "la lucha es el presente y el futuro", el mismo mensaje que lanzaron los tres encapuchados, dos de ellos armados con fusiles, el pasado sábado en el acto del Gudari Eguna. Los etarras finalizaron su alocución con siete tiros al aire en una escenificación sin precedentes en la historia de ETA.

Finalmente, el juez Pedraz, tras estudiar el informe remitido por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, decidió no prohibir la marcha de Llodio. El ministerio público había pedido en su escrito que se tomaran las medidas oportunas para evitar "cualquier tipo de acto que pueda suponer apología del terrorismo o enaltecimiento de miembros terroristas". El juez ordenó a la Ertzaintza que vigilara las manifestaciones y que únicamente debía intervenir si se producían actos de enaltecimiento del terrorismo.