Reportaje:

Una boda gay en el Ejército del Aire

Alberto Linero, sevillano de 27 años, y Alberto Sánchez, madrileño de 24 años, se han convertido en los primeros miembros del Ejército del Aire que han contraído matrimonio. Ellos aseguran que no quieren entrar en la historia y que se casan para contribuir a que los matrimonios homosexuales se consideren algo "natural"; sin embargo la ceremonia que protagonizaron ayer en el Ayuntamiento de Sevilla se convirtió en un auténtico circo mediático. La imagen de los dos Albertos poniéndose los anillos y vestidos con el uniforme de gran gala del Ejército del Aire pasará, sin duda, a convertirse en un ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Alberto Linero, sevillano de 27 años, y Alberto Sánchez, madrileño de 24 años, se han convertido en los primeros miembros del Ejército del Aire que han contraído matrimonio. Ellos aseguran que no quieren entrar en la historia y que se casan para contribuir a que los matrimonios homosexuales se consideren algo "natural"; sin embargo la ceremonia que protagonizaron ayer en el Ayuntamiento de Sevilla se convirtió en un auténtico circo mediático. La imagen de los dos Albertos poniéndose los anillos y vestidos con el uniforme de gran gala del Ejército del Aire pasará, sin duda, a convertirse en un icono para homosexuales y lesbianas de todo el país.

Los dos soldados, que se confesaron "nerviosísimos" y "felices" a las puertas del Consistorio de la capital andaluza, trabajan en la Base Aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) y viven juntos en Utrera desde hace dos años.

"Llevamos mucho tiempo preparando esto y, la verdad, es que nadie nos ha puesto ningún impedimento. Ni por parte del Ejército, ni por nuestras familias", dijo ayer Alberto Linero a su llegada al Ayuntamiento. Linero entró en el Consistorio del brazo de su prima Laura Zarco, quien fue una de las testigos del enlace.

El coro rociero Cante y Jarana esperó paciente a los contrayentes, entre codazos de cámaras de televisión y apretones de curiosos que se agolparon a las puertas del Ayuntamiento una hora antes de la celebración, para entonar las sevillanas La orilla del mar.

La boda estaba prevista para las 19.30, pero comenzó unos 20 minutos más tarde en el salón Colón, entre el centenar de invitados no se vieron otros uniformes.

"En la familia de mi madre sí hay más militares, pero ya están retirados y no sé si vendrán a la boda o no. Nosotros estamos muy contentos con que se casen, pero la verdad es que todo esto nos está superando. Yo nunca había estado delante de las cámaras, más bien detrás porque trabajo en una empresa de mudanzas en Madrid y hemos mudado a la cadena Cuatro", explicó ayer Sergio Sánchez, hermano de uno de los novios.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La pareja recibió las felicitaciones de la Federación de Asociaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colega). "Para Colega esta boda supone un espaldarazo al respeto a la diversidad de orientación sexual en el Ejército español, un ámbito difícil para lesbianas y gays, pero al que se han incorporado gran números de homosexuales en los últimos años", dijo David Cedeño, presidente de Colega.

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, ofició la ceremonia y reconoció que para él ésta "no es una boda más, es la primera celebración que oficio entre dos hombres. Este acto es la realización de un sueño que da respuesta a una demanda de la igualdad en la diversidad".

Sobre la firma

Archivado En