Análisis:Laboral | CONSULTORIO

Ergonomía

La progresiva incorporación de la política preventiva a la realidad de la empresa provoca que continuamente nos topemos con términos muy técnicos, inaccesibles para la mayoría de las personas, que convierten todo lo relacionado con la prevención de riesgos laborales en materia únicamente accesible para iniciados. Tal sucede con la ergonomía.

Cuando hablamos de ergonomía nos estamos refiriendo a la disciplina que trata de adaptar el lugar y medios de trabajo al trabajador, tratando de evitar los riesgos que un inadecuado diseño del puesto de trabajo pueden producir en su salud. S...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La progresiva incorporación de la política preventiva a la realidad de la empresa provoca que continuamente nos topemos con términos muy técnicos, inaccesibles para la mayoría de las personas, que convierten todo lo relacionado con la prevención de riesgos laborales en materia únicamente accesible para iniciados. Tal sucede con la ergonomía.

Cuando hablamos de ergonomía nos estamos refiriendo a la disciplina que trata de adaptar el lugar y medios de trabajo al trabajador, tratando de evitar los riesgos que un inadecuado diseño del puesto de trabajo pueden producir en su salud. Son evidentes los daños que un inadecuado diseño del puesto de trabajo causan en la salud del trabajador. Los ejemplos son numerosos: una mala postura puede dar lugar a lesiones de espalda; una incorrecta iluminación del centro de trabajo puede producir afecciones en la vista; el ruido excesivo provocará dolores de cabeza; las temperaturas extremas o la falta de ventilación pueden dar lugar a enfermedades crónicas o alergias... Estamos ante algunas de las dolencias más frecuentes del mundo laboral.

Frente a estas circunstancias, la ergonomía trata de precisar cuáles son las medidas oportunas para que las condiciones de trabajo sean las más adecuadas a las características de la persona, valorando para ello los diferentes factores físicos, psicológicos y medioambientales que rodean el desarrollo de la actividad.

En primer lugar, deberán tenerse en cuenta los aspectos fisiológicos del trabajo, como esfuerzo muscular, desplazamientos, posturas, manejo de cargas; así como el diseño anatómico de los asientos y espacios del puesto en cuestión. Igualmente, se examinará el ambiente de trabajo (iluminación, condiciones térmicas, calidad del aire, acondicionamiento acústico, control de vibraciones molestas). Finalmente deberá analizarse la organización del trabajo: diseño de tareas, ritmos, turnos, horarios, pausas, descansos, etcétera.

En cualquier caso deberá actuarse sobre cada situación concreta, en función de las características personales y los factores que rodean al puesto de trabajo, teniéndose siempre en cuenta el tipo de tarea a realizar y la duración de la misma.

Archivado En