Las estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat habilitan espacios para bicicletas

Un total de 69 estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat han sido habilitadas para ofrecer espacios de aparcamientos para bicicletas. La suma de plazas para este tipo de vehículos es de 722, todas ellas en las líneas metropolitanas del Vallès y el Llobregat y Anoia. El objetivo de la medida, explicó el director de la empresa pública, Manuel Villalante, es "fomentar el transporte público y sostenible" potenciando el uso conjunto del tren y de la bicicleta entre los usuarios de Ferrocarrils.

El tipo de aparcamiento que se ha instalado es el conocido como universal, que consiste ...

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Un total de 69 estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat han sido habilitadas para ofrecer espacios de aparcamientos para bicicletas. La suma de plazas para este tipo de vehículos es de 722, todas ellas en las líneas metropolitanas del Vallès y el Llobregat y Anoia. El objetivo de la medida, explicó el director de la empresa pública, Manuel Villalante, es "fomentar el transporte público y sostenible" potenciando el uso conjunto del tren y de la bicicleta entre los usuarios de Ferrocarrils.

El tipo de aparcamiento que se ha instalado es el conocido como universal, que consiste en una especie de u invertida, fabricada de un tubo galvanizado y sujeta al suelo. Además, Ferrocarrils de la Generalitat prevé aumentar las actuales 722 plazas a un ritmo aproximado de entre el 3% y el 4%.

La medida puesta ahora en marcha por la empresa ferroviaria catalana es parte de un proyecto más amplio destinado a potenciar realmente el uso combinado del tren y de la bicicleta. Para ello, la empresa trabaja en un plan para ofrecer un billete combinado que permitiría al usuario coger las bicicletas y dejarlas una vez utilizadas.

Tren y bicicleta

La idea es que un usuario pueda bajar del tren y utilizar una bicicleta para ir, por ejemplo, al centro docente o al trabajo y retornarla posteriormente a la estación, donde podría ser utilizada por otra persona el mismo día y en jornadas siguientes. Y a la inversa, que el usuario pueda acudir en bicicleta a la estación y dejarla allí para uso de otra persona. Se trata de un modelo similar al denominado vehículo compartido, que se aplica en algunas ciudades con los coches.

"El uso de la bicicleta", explicó Manuel Villalante, "tiene dos problemas: uno es el de la seguridad en el camino. En este sentido, nuestro trabajo se orienta a convencer a los municipios de la necesidad de habilitar vías seguras. El segundo aspecto es la seguridad del vehículo, que no sea robado en todo o en parte, que cuando el usuario vuelva a recogerlo no se lo encuentre, como ocurre a veces, sin alguna de las ruedas. En este sentido, al estar los aparcamientos en zonas de vigilancia, creemos que la medida puede estimular a los usuarios de la bici".

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Un asunto todavía por decidir es el de si la bicicleta se ofrecerá como elemento complementario o se puede ofrecer un billete combinado para el uso del tren y de la bicicleta.

En estos momentos, Ferrocarrils de la Generalitat realiza ya una experiencia piloto de este tipo: en Terrassa, y merced a un convenio con la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), hay una serie de bicicletas que pueden ser utilizadas por los estudiantes de esta universidad que acuden en tren a los centros de la capital vallesana.

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