Los organizadores de las fiestas oficiales y alternativas de Gràcia llaman al civismo

Varias entidades del barrio firman un comunicado conjunto para tener "la fiesta en paz"

Juntos para promover el civismo y evitar altercados. Los organizadores de las fiestas de Gràcia, tanto los oficiales como los alternativos, emitieron ayer un comunicado en el que invitaban a convertir el "espacio público en un punto de encuentro, de cultura, comunicación y respeto entre las personas". Entre los firmantes se encuentra el colectivo okupa del barrio barcelonés, que se compromete, como el resto de promotores del texto, a hacer "todo lo posible, y lo imposible también, para que sea así". La fiesta mayor de Gràcia se abrirá el lunes con el tradicional pregón.

Los firma...

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Juntos para promover el civismo y evitar altercados. Los organizadores de las fiestas de Gràcia, tanto los oficiales como los alternativos, emitieron ayer un comunicado en el que invitaban a convertir el "espacio público en un punto de encuentro, de cultura, comunicación y respeto entre las personas". Entre los firmantes se encuentra el colectivo okupa del barrio barcelonés, que se compromete, como el resto de promotores del texto, a hacer "todo lo posible, y lo imposible también, para que sea así". La fiesta mayor de Gràcia se abrirá el lunes con el tradicional pregón.

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Los firmantes del comunicado son la Federación de la Fiesta Mayor de Gràcia, responsable de los festejos oficiales; la Comisión de las Fiestas Populares, que convocará su programación alternativa en la plaza del Poble Romaní; la Comisión de Fiesta Mayor, que hará lo mismo en la calle de Sant Pere Màrtir, y la Asamblea de Fiestas Alternativas, que reúne a buena parte del colectivo okupa del bario barcelonés. La inclusión de esta última asamblea ha causado sorpresa porque el Ayuntamiento le prohibió el año pasado realizar sus fiestas.

Este año sus miembros han vuelto a solicitar los permisos pertinentes, pero todavía no han tenido una respuesta de las administraciones. Algo similar ocurrió en la entrega anterior: la negativa les llegó el 14 de agosto, el día en el que tradicionalmente se celebra el pregón. Un portavoz de la Asamblea de Fiestas Alternativas explica que han firmado el comunicado porque "también son vecinos del barrio". Esto les obliga a respetar la normativa vigente, lo cual significa concluir el jolgorio a las 2.30 horas los días laborables que coincidan con la fiesta y una hora más tarde el fin de semana. Asimismo, afirman que aunque no tengan los permisos necesarios, celebrarán su fiesta en un solar del barrio que tomarán con esta función.

La okupación se realizará al final del pasacalle que comenzará el próximo miércoles a las 19.00 horas en la plaza de Joanic. Los requisitos para realizar actividades festivas son muy severos e incluyen "concertar un seguro de responsabilidad civil y daños a terceros con una cobertura mínima de 150.000 euros".

Los okupas niegan que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, les haya convocado a una reunión, una medida anunciada por el mismo alcalde con el fin de evitar altercados tan graves como los sufridos el año pasado. Lo mismo aseguran las otras dos entidades organizadoras de las fiestas alternativas, que en otras ocasiones han servido de enlace entre los okupas y el distrito de Gràcia. Los firmantes del comunicado lamentan el "uso político y partidista que se hace de la fiesta" y manifiestan su preocupación "por conflictos que no tienen nada que ver" con su espíritu popular. Como origen de los altercados, señalan el auge "de un modelo turístico masificado que está ahogando" el barrio.

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Un texto similar se presentó en la pasada edición de la fiesta mayor de Gràcia, aunque su éxito para evitar altercados y quebraderos de cabeza a los vecinos fue mínimo. Fuentes de la Federación de la Fiesta Mayor de Gràcia explican que han firmado el comunicado en contra de lo que les dicta el corazón, con el fin de "lograr la paz social". Recuerdan que algunos de los firmantes, que dicen no tener nada que ver con los okupas violentos, se enfrentaron con la policía en el desalojo de La Fera, una casa ocupada sita en la plaza de Santa Àgata. Aquel episodio se recuerda con pavor en Gràcia. El destrozo de un transformador de electricidad ubicado en la propia casa Fera dejó entonces sin electricidad a 1.500 vecinos. No obstante, las mismas fuentes reconocen que acuerdos como este mejoran la convivencia. "Lo que queremos es que se extienda al resto del año y no se ciña sólo a los siete días de fiesta mayor", añaden.

Preparativos para la fiesta mayor de Gràcia en la calle de Verdi del Mig.CARLES RIBAS

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