Varias calles de Lavapiés se 'salvan' del cierre al tráfico, que empieza el día 31

La policía informará a los conductores durante dos meses y multará a partir de octubre

Área de Prioridad Residencial, pero menos. Después de un año de negociaciones entre Ayuntamiento, vecinos y comerciantes, el barrio de Embajadores, en cuyo seno se enclava Lavapiés, será cerrado al tráfico de no residentes el 31 de julio. Pero varias calles principales del barrio -como Magdalena, Santa Isabel o Argumosa- seguirán abiertas a la circulación. En éstas, además, se permitirá la carga y descarga en el mismo horario que antes; en el resto, sólo de diez de la mañana a una de la tarde. Los agentes de movilidad apostados en los accesos empezarán a multar en octubre.

En Embajadore...

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Área de Prioridad Residencial, pero menos. Después de un año de negociaciones entre Ayuntamiento, vecinos y comerciantes, el barrio de Embajadores, en cuyo seno se enclava Lavapiés, será cerrado al tráfico de no residentes el 31 de julio. Pero varias calles principales del barrio -como Magdalena, Santa Isabel o Argumosa- seguirán abiertas a la circulación. En éstas, además, se permitirá la carga y descarga en el mismo horario que antes; en el resto, sólo de diez de la mañana a una de la tarde. Los agentes de movilidad apostados en los accesos empezarán a multar en octubre.

En Embajadores viven 50.500 personas -tantas como en Segovia o Ávila-, hay 12.500 coches censados y 814 establecimientos comerciales, muchos de ellos mayoristas. Es uno de los barrios más densamente poblados de la capital, y sus estrechas callejuelas están casi a diario tomadas por las furgonetas de carga y descarga y por los embalajes de las tiendas.

El Ayuntamiento decidió terminar con eso hace un año, cuando anunció que Embajadores seguiría en abril de 2006 los pasos del barrio de Cortes, convirtiéndose en Área de Prioridad Residencial (APR): con acceso autorizado sólo a vehículos de residentes, emergencias, autobuses, taxis y motos (éstas en horario diurno). Pero en ese empeño el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, se encontró con la firme oposición de cientos de comerciantes, muchos de ellos de nacionalidad china, que llegaron a convocar manifestaciones contra el cierre.

Al final Calvo ha sacado adelante el plan, con cuatro meses de retraso y matizado.

- Zona de libre circulación. Fuera del APR quedan importantes calles del barrio que serán "de libre circulación", como Colegiata, Magdalena, Santa Isabel, Valencia, sendos tramos de Mesón de Paredes y Embajadores o la populosa calle de Argumosa. El concejal argumentó ayer que ha tomado esa decisión porque algunas de esas vías son "importantes ejes de circulación de paso". Pero admitió también que la medida pretende hacer menos dura para los comerciantes la restricción del horario de carga y descarga "en las calles con más demanda".

- Carga y descarga. Así, en el APR las furgonetas tendrán un horario restringido para dejar su mercancía en las tiendas (de 10.00 a 13.00). Pero en el resto del barrio -en esas "calles de libre circulación"- el horario seguirá siendo el que rige ahora: de 8.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.00. Allí podrá hacerse la descarga de los fardos, que después habrá que llevar a pie hasta las tiendas de la zona interior (si es fuera del horario restringido). Calvo ha renunciado a crear los muelles de carga previstos en un principio.

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- Dos meses de tregua. El 31 de julio una decena de policías municipales y agentes de movilidad se apostarán en los puntos de acceso al APR, donde también se colocarán carteles informativos. Pero durante los meses de agosto y septiembre su labor será sólo divulgativa: no multarán a nadie. "Son 50.000 vecinos, se necesita tiempo para trasladarles la nueva situación. Y, además, no queremos restringir el uso del coche privado hasta que no se reabra la línea 3 de metro", explicó el concejal.

Las multas empezarán en octubre y serán de 90 euros. Los conductores residentes tienen hasta ese mes para pedir la tarjeta acreditativa, al igual que los no residentes con circunstancias especiales -discapacitados, o familiares de discapacitados residentes, o quien tenga un garaje particular en la zona-. Si uno es fontanero o electricista y va a arreglar una avería, o pretende llegar en coche a un hotel y lo acredita, el agente le dejará pasar. A finales de año los agentes serán sustituidos por cámaras lectoras de matrículas, que cotejarán los datos con los del archivo de residentes y tramitarán las multas.

Pequeños tramos de las calles Zurita, Casino, Ribera de Curtidores y Arniches cambian de sentido.

- Más plazas verdes. De las actuales 280 plazas azules de aparcamiento (para visitantes), 152 se convertirán en verdes (para residentes). Así, las verdes serán en total 2.003 plazas. Las plazas para carga y descarga pasarán de 223 a 328.

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