Los sindicatos del metro exigen a Camps que mejore la seguridad de la línea 1 con urgencia

El presidente promete transparencia pero pide a los maquinistas que rebajen la tensión

Los sindicatos con representación en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) exigieron ayer al presidente del Consell, Francisco Camps, que mejore de manera urgente la seguridad de la línea 1 tras el accidente del pasado día 3 en el que murieron 42 personas. Camps reclamó a los maquinistas que rebajen la tensión en sus declaraciones y que le den un respiro a su Gobierno. A cambio se comprometió a asumir los acuerdos que alcance el comité de seguridad en la circulación de FGV y a ser transparente en las causas del siniestro. El jefe del Consell eludió de nuevo hablar en público del met...

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Los sindicatos con representación en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) exigieron ayer al presidente del Consell, Francisco Camps, que mejore de manera urgente la seguridad de la línea 1 tras el accidente del pasado día 3 en el que murieron 42 personas. Camps reclamó a los maquinistas que rebajen la tensión en sus declaraciones y que le den un respiro a su Gobierno. A cambio se comprometió a asumir los acuerdos que alcance el comité de seguridad en la circulación de FGV y a ser transparente en las causas del siniestro. El jefe del Consell eludió de nuevo hablar en público del metro.

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El presidente de la Generalitat; el consejero de Transportes, José Ramón García Antón, y la gerente de FGV, Marisa Gracia, se reunieron ayer con los representantes de UGT, CCOO, Sindicato Independiente Ferroviario (SIF y Sindicato Ferroviario-Intersindical Valenciana (SI-IV). Al acabar, García Antón, que hoy comparecerá en las Cortes Valencianas para dar explicaciones del mayor accidente de metro registrado en España, declaró que Camps había hecho a los sindicatos "una llamada a trabajar conjuntamente con total lealtad, transparencia y rigor". Acto seguido, dejaron a los representantes sindicales que agradeciesen el encuentro y el compromiso de Camps. Luego, sin dejar que se formulasen preguntas, García Antón se retiró con los sindicalistas. Posteriormente se invitó a los representantes sindicales a salir del Palau de la Generalitat por una puerta lateral -que habitualmente sólo se abre el 9 d'Octubre- para eludir a los periodistas.

Fuera de la sede del Gobierno valenciano, los representantes sindicales de FGV se mostraron más explícitos. Antoni Soler, de UGT, argumentó: "La responsabilidad en la gestión es de la consejería [de Infraestructuras y Transportes] y, por mucho que digan, la responsabilidad es suya". Soler explicó que en la reunión habían reclamado la puesta en marcha de las medidas de seguridad necesarias y que se pongan las balizas "ya". Respecto a la tibieza de los representantes sindicales en el interior del Palau de la Generalitat, el representante de UGT dijo que "una cosa es dar un respiro y otra que pase el verano y no se haga nada".

Los representantes del comité de empresa, que ha convocado esta mañana una concentración en la plaza de Manises, reconocieron que los ánimos de los trabajadores de FGV están caldeados. Los sindicatos, que hoy asistirán a la comparecencia del consejero de Transportes en las Cortes Valencianas esperan a la reunión del comité de seguridad en la conducción de FGV, convocada el próximo viernes, para decidir sus próximas actuaciones.

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El dirigente del Sindicato Independiente Ferroviario, Jorge Álvarez, manifestó que el trabajo técnico había sido "insuficiente" y anunció que en la reunión sobre seguridad convocada el próximo viernes pedirá que se instalen más balizas. "Por poner 30 balizas más no se va a resentir el presupuesto", indicó Álvarez, que coincidió con el resto de sindicatos en la falta de información por parte de la dirección de la empresa para analizar las causas del accidente. "Si hubiesen tapado los puntos negros no habría 42 muertos", dijo el representantan del SIF, que aseguró que las condiciones del accidente no se han evaluado suficientemente y criticó determinadas actitudes de autocomplacencia en el seno de FGV.

Vicente Llop, de Comisiones Obreras, exigió mayores inversiones a corto plazo para eliminar los puntos negros de las vías y criticó al Consell por atribuir toda la responsabilidad del accidente al maquinista. "El maquinista tiene una responsabilidad en la conducción del tren, pero creemos que tuvo que haber causas ajenas a su voluntad" que produjeron el descarrilamiento.

Fernando Soto, del Sindicato Ferroviario, también se sumó a las críticas a la gestión del accidente y expresó el compromiso del comité de empresa por evitar que se repitan sucesos similares.

La Generalitat, a través de FGV, gastó alrededor de 406.000 euros en el acondicionamiento para zona de estacionamiento de un terreno situado junto a la sede de la empresa entre Paiporta y Valencia ante la afluencia de visitantes prevista con motivo de la visita del Papa. Este estacionamiento finalmente no se llegó a utilizar, ya que el número de autobuses que entró en Valencia para la visita del Papa fue muy inferior al previsto.

FGV también asfaltó la carretera de llegada a la estación de Valencia Sur, junto a la cual están ubicados los terrenos. Todo ello se acondicionó justo antes del encuentro que culminó el pasado fin de semana en la visita del Papa a Valencia.

La Consejería de Infraestructuras y Transportes explicó ayer que la obra de acondicionamiento se hizo "porque se tenía que hacer". Una portavoz del departamento explicó que ofrecieron la zona a la organización del encuentro católico y preguntada por su futura utilidad se limitó a decir que ya se le buscará "un uso". Otras fuentes de FGV apuntaron la posibilidad de que una parte de este terreno se utilice para que los viajeros aparquen sus vehículos. El terreno tiene 600 metros de longitud por un ancho de 60 a 70 metros.

Camps, ayer, con el consejero de Transportes, la gerente de FGV y los portavoces sindicales.TANIA CASTRO

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