"Nos hace falta un hospital"
Cada vez que Martín Blanco, de 76 años, va al hospital Ramón y Cajal -al norte de la capital y el centro hospitalario de referencia del distrito de San Blas- se prepara para hacer una auténtica excursión. Alguna vez ha llegado a tardar más de dos horas.
Martín no tiene coche y atraviesa la capital junto a su mujer en transporte público. Los dos viven en la calle de Lucano.
"Primero, tenemos que coger el autobús 153 que nos deja en el barrio de Las Rosas. Allí tenemos que montarnos en otro autobús, el número 125, hasta el Ramón y Cajal. Tardamos muchísimo en llegar porque la zona ...
Cada vez que Martín Blanco, de 76 años, va al hospital Ramón y Cajal -al norte de la capital y el centro hospitalario de referencia del distrito de San Blas- se prepara para hacer una auténtica excursión. Alguna vez ha llegado a tardar más de dos horas.
Martín no tiene coche y atraviesa la capital junto a su mujer en transporte público. Los dos viven en la calle de Lucano.
"Primero, tenemos que coger el autobús 153 que nos deja en el barrio de Las Rosas. Allí tenemos que montarnos en otro autobús, el número 125, hasta el Ramón y Cajal. Tardamos muchísimo en llegar porque la zona del hospital está desde hace meses en obras y siempre hay atascos", relata este ex ferroviario, que vive en San Blas desde hace cinco años y que ya está jubilado. "Nos hace falta un hospital", sentencia.
Blanco ha sido operado de cataratas hace muy poco y tiene que ir al centro hospitalario por lo menos una vez a la semana. Aún está convaleciente.
A veces ha pasado más de media hora esperando el autobús para ir hasta el hospital. "Antes era mucho peor, porque hace un año tenía que coger hasta tres autobuses para llegar hasta el Ramón y Cajal", afirma.
Su centro de salud sí que está en el distrito de San Blas, pero también le queda lejos y, una vez más, Martín Blanco tiene que optar por el autobús para llegar hasta las instalaciones.
"Tengo a los médicos especialistas en el ambulatorio de la avenida de Hermanos García Noblejas. Es raro, a veces no esperas nada y otras tienes que esperar entre tres y cuatro horas", concluye este jubilado.