Guipúzcoa tendrá en 2008 una red de 65 residencias adaptadas para 5.100 dependientes
La Diputación de Guipúzcoa destinará 60,3 millones de euros para completar la adaptación de los centros residenciales para personas mayores dependientes. El objetivo del Departamento de Política Social es que 65 residencias, con 5.141 plazas en total, estén preparadas en 2008 para prestar la atención específica que precisan estas personas.
La diputada de Política Social, Esther Larrañaga, y el director de Atención a la Dependencia y la Desprotección, José Luis Madrazo, acompañados por el diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, presentaron ayer el plan plurianual p...
La Diputación de Guipúzcoa destinará 60,3 millones de euros para completar la adaptación de los centros residenciales para personas mayores dependientes. El objetivo del Departamento de Política Social es que 65 residencias, con 5.141 plazas en total, estén preparadas en 2008 para prestar la atención específica que precisan estas personas.
La diputada de Política Social, Esther Larrañaga, y el director de Atención a la Dependencia y la Desprotección, José Luis Madrazo, acompañados por el diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, presentaron ayer el plan plurianual para que las residencias de esta provincia ofrezcan un servicio adecuado a los mayores dependientes. El plan ha sido elaborado a instancias de una decisión adoptada en 2004 en las Juntas Generales y su objetivo es aumentar el número de centros adaptados, que actualmente es de 35.
Guipúzcoa cuenta en estos momentos con 4.785 plazas residenciales distribuidas en 64 centros. De éstos, 35 están adaptados y 26 están realizando las obras de acondicionamiento.
En 2008 estarán en funcionamiento cuatro nuevas residencias, ubicadas en Lazkao, Zumarraga, Zumaia y Aretxabaleta. Los tres primeros están promovidos por la Diputación y sumarán 356 nuevas plazas.
Barreras arquitectónicas
La adaptación de las residencias se concreta en cuestiones como la eliminación de las barreras arquitectónicas, el incremento de habitaciones individuales, la ampliación de espacios por cada usuario, la dotación de un área sanitaria en los centros, así como la mejora de los sistemas eléctricos y la implantación de planes de emergencia, entre otras cuestiones.
La reforma de los centros residenciales responde a la necesidad de adecuarlos al cambio que se ha dado en el perfil de los usuarios. En los últimos años, el residente es más dependiente y con necesidades de atención cada vez más complejas: tiene una media de edad de 82 años, es mayoritariamente mujer, y necesita ayuda de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida cotidiana, como levantarse y acostarse o comer. Además, en el 50% de los casos presentan procesos demenciales, alzheimer principalmente.
De los 60,3 millones de inversión para la realización de las obras, la Diputación ya ha gastado 22,3 millones en el periodo 2001-2005. Este año ha presupuestado 13,8 millones para este capítulo y reserva otros 24,1 millones para los dos ejercicios siguientes. Los fondos públicos se completarán con las aportaciones que realicen los usuarios de las residencias, dependiendo de si son municipales o privadas, por lo que el coste total para llevar a cabo la adaptación de los centros podría elevarse hasta los 90 millones, según explicó Madrazo.