21.971 votos
El GIL obtuvo 21.971 votos en las elecciones municipales de 1999. Cuatro años más tarde, en 2003, obtuvo 21.971 por segunda vez. Esta inaudita y asombrosa coincidencia denota una inquebrantable lealtad del electorado que adoraba a Jesús Gil, una figura política que con los años y tras su fallecimiento ha sufrido muy poco desgaste.
Nadie otorga importancia alguna a la condena del Tribunal Supremo de 28 años de inhabilitación por tráfico de influencias y prevaricación que impidió a Gil seguir dirigiendo el Ayuntamiento desde el Club Financiero, sede del partido.
Su afición por la m...
El GIL obtuvo 21.971 votos en las elecciones municipales de 1999. Cuatro años más tarde, en 2003, obtuvo 21.971 por segunda vez. Esta inaudita y asombrosa coincidencia denota una inquebrantable lealtad del electorado que adoraba a Jesús Gil, una figura política que con los años y tras su fallecimiento ha sufrido muy poco desgaste.
Nadie otorga importancia alguna a la condena del Tribunal Supremo de 28 años de inhabilitación por tráfico de influencias y prevaricación que impidió a Gil seguir dirigiendo el Ayuntamiento desde el Club Financiero, sede del partido.
Su afición por la megalomanía no tenía límites. Prometió un "tren bala" entre Málaga y Marbella, el atraque permanente de un trasantlántico de lujo, una isla artificial... "Fue una afición tipo Disneylandia que caló entre el pueblo, que había dejado de creer en el sistema", cuenta Francisco Moreno, historiador y vocal de Cultura de la comisión gestora.
El artículo 2 de los estatutos del partido definía su peculiar ideología: "Seremos liberales en la creación de riqueza y sociales en el reparto de las oportunidades que la riqueza crea", rezaba.
José Luis Sierra, abogado de Jesús Gil en incontables procesos judiciales, creó el partido junto a su cliente y Pedro Román. "Yo vi llorar de rabia a Gil por lo que hacían sus hijos con su herencia política. Lo acaecido después ha sido una distorsión del sistema creado", argumenta Sierra.