El Parque Joyero de Córdoba cumple un año con un 85% de las naves disponibles ocupadas
La dirección del centro asegura que 900 personas trabajan ya en el recinto
El 10 de junio del año pasado se inauguró el Parque Joyero de Córdoba en un polígono a las afueras de la ciudad. Se trataba de un proyecto, impulsado por la Asociación Provincial de Joyeros, del que se había estado especulando desde principios de los años noventa del siglo pasado. A finales de esa década, empezó a tomar forma con la adquisición de los terrenos y con el compromiso económico de las cuatro administraciones (central, autonómica, provincial y municipal). El objetivo era que la mayoría de las empresas joyeras de la ciudad, dispersas por el casco urbano, trasladaran sus fábricas a un...
El 10 de junio del año pasado se inauguró el Parque Joyero de Córdoba en un polígono a las afueras de la ciudad. Se trataba de un proyecto, impulsado por la Asociación Provincial de Joyeros, del que se había estado especulando desde principios de los años noventa del siglo pasado. A finales de esa década, empezó a tomar forma con la adquisición de los terrenos y con el compromiso económico de las cuatro administraciones (central, autonómica, provincial y municipal). El objetivo era que la mayoría de las empresas joyeras de la ciudad, dispersas por el casco urbano, trasladaran sus fábricas a un recinto conjunto. El 84,6% de los módulos del parque están ya vendidos y ocupados.
Se estima que en Córdoba existen alrededor de mil empresas dedicadas a este sector económico, en el que trabajan 15.000 personas. Anualmente, el sector de la joyería cordobesa factura unos 540 millones de euros y produce el 60% de las alhajas que se comercializan en todo el país.
El Parque Joyero es ya una realidad. Cuenta con 140.500 metros cuadrados de superficie construida, de los que 87.000 metros están dedicados a los locales fabriles. El resto del espacio se reparte entre un enorme pabellón de exposiciones y una sucursal bancaria; un restaurante y 91 locales comerciales de actividades afines a la joyería (propiedad de una sociedad de empresarios); y una escuela de joyería que depende de la Junta de Andalucía.
Para la financiación de la zona de fábricas, los joyeros contaron con el apoyo de las administraciones. 90 millones se necesitaron de inversión. El 40% fue sufragado por el Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba.
Es el parque joyero más grande de toda Europa y su filosofía lo hace único en el mundo. Existen experiencias parecidas de agrupar a joyeros, como el recinto Il Tari de Nápoles, pero el de Córdoba está dedicado casi en exclusiva a la fabricación. El parque italiano es sólo comercial. Las fábricas del recinto andaluz cuentan también con un espacio dedicado a la venta, pero se trata de operaciones con mayoristas, ya que los particulares no pueden acceder a las instalaciones.
Según el director del Área Comercial del Parque Joyero, Rafael Marín, el recinto cuenta con 143 módulos. 121 de ellos, el 84,6%, ya están vendidos. Los propietarios de estos módulos son 91 empresas de joyería, el 95% radicadas en Córdoba. 44 fabricantes de los 91 ya están trabajando en el parque y 21 están ahora en proceso de traslado.
Actualmente, trabajan en el recinto unas 900 personas, según la dirección. Cuando funcione al 100% se prevé que haya 2.000 empleados en las instalaciones. El recinto cuenta, entre otros servicios, con un despacho de aduana para agilizar las transacciones comerciales.
El Parque Joyero está considerado como una zona de alto riesgo por la unidad central de seguridad privada del Cuerpo Nacional de Policía. Más de 200 cámaras de seguridad están instaladas en el recinto y se han construido 150 cámaras acorazadas.