Un abogado, acusado de pasar droga a un cliente encarcelado

La Fiscalía de Sevilla pedirá el martes diez años de cárcel para un abogado acusado de entregar hachís, cocaína y tranquilizantes a su cliente en una entrevista en los locutorios de la cárcel Sevilla II. Según el escrito de acusación del fiscal, la entrega se produjo a las 10.45 horas del 31 de diciembre de 2002, cuando el letrado entregó, a través de la ranura para papeles, una plancha con hachís y otros envoltorios, tras lo cual el interno los introdujo en dos preservativos que ocultó en el ano.

El abogado, que ha negado las acusaciones, ha sido denunciado por un jefe de servicio de l...

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La Fiscalía de Sevilla pedirá el martes diez años de cárcel para un abogado acusado de entregar hachís, cocaína y tranquilizantes a su cliente en una entrevista en los locutorios de la cárcel Sevilla II. Según el escrito de acusación del fiscal, la entrega se produjo a las 10.45 horas del 31 de diciembre de 2002, cuando el letrado entregó, a través de la ranura para papeles, una plancha con hachís y otros envoltorios, tras lo cual el interno los introdujo en dos preservativos que ocultó en el ano.

El abogado, que ha negado las acusaciones, ha sido denunciado por un jefe de servicio de la cárcel, contra el que los internos han presentado en los últimos meses cuatro denuncias judiciales por presuntos delitos de tortura, vejaciones y rigor innecesario por aplicarles lavativas o aislarles en celdas de castigo para que entregasen la droga que al parecer portaban.

En el caso que juzgará la sección cuarta de la Audiencia de Sevilla, la Fiscalía explica que el centro penitenciario "tenía sospechas fundadas de que el acusado pasaba droga al interno", por lo que el jefe de servicio y otro funcionario se colocaron en un pasillo de la cocina "donde, a través de una ventana, tenían una visión perfecta del locutorio".

Desde ese lugar, sin ser vistos, presenciaron cómo el interno troceó la plancha de hachís, guardó las sustancias en dos preservativos y se metió la mano por detrás del chándal.

Tras la entrevista, añade el fiscal, el interno se negó a realizarse una radiografía, por lo que se obtuvo del Juzgado de Guardia autorización para un examen por rayos X y se comprobó la existencia de esas sustancias en su recto. La droga incautada, por valor de 213 euros, consistía en 8,8 gramos de hachís, 0,15 gramos de cocaína, otro envoltorio con 1,4 gramos de cocaína y siete comprimidos de un tranquilizante.

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