Reportaje:MERCEDES CLASE S 350 | PRUEBA

El automóvil de referencia en tecnología

Hay coches nuevos que no aportan nada especial frente a lo que ya ofrecen sus rivales directos, otros incluyen algún detalle innovador y una pequeña minoría sirve de escaparate para mostrar los últimos avances de sus fabricantes. Éste es el caso del Clase S, que presenta las tecnologías más sofisticadas de Mercedes, y como se trata de la marca de lujo de referencia, estrena casi siempre lo más avanzado del sector del automóvil.

El Clase S es la berlina más grande de la marca alemana y tiene unos precios inalcanzables para la mayoría. Pero es también un automóvil para admirar y soñar, po...

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Hay coches nuevos que no aportan nada especial frente a lo que ya ofrecen sus rivales directos, otros incluyen algún detalle innovador y una pequeña minoría sirve de escaparate para mostrar los últimos avances de sus fabricantes. Éste es el caso del Clase S, que presenta las tecnologías más sofisticadas de Mercedes, y como se trata de la marca de lujo de referencia, estrena casi siempre lo más avanzado del sector del automóvil.

El Clase S es la berlina más grande de la marca alemana y tiene unos precios inalcanzables para la mayoría. Pero es también un automóvil para admirar y soñar, porque adelanta muchas soluciones que serán habituales en el futuro en coches más populares. Entre sus estrenos destaca la evolución del radar antichoque Distronic Plus (3.238 euros), que incluye una nueva función para mantener la distancia en los atascos y es un paso más hacia la conducción automática, o el asistente de visión nocturna (2.337), que ilumina la calzada con unos infrarrojos más allá del alcance de los faros, sin deslumbrar y que proyecta las imágenes en una pantalla del cuadro de instrumentos. Cuenta también con sofisticaciones como la suspensión neumática Airmatic, o el sistema Pre-Safe, que detecta el riesgo de accidente y tensa los cinturones y cierra las ventanillas y el techo para reducir las lesiones. Algunas parecen tecnologías casi de ciencia-ficción, pero lo mismo sucedió hace 35 años cuando Mercedes presentó el ABS y ahora lo incluyen de serie todos los coches.

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Elegancia clásica

El Clase S mantiene la línea de las berlinas de lujo de siempre, en declive ante el éxito de los todoterrenos de prestigio, más prácticos y sugerentes para las nuevas generaciones. Mercedes ha intentado rejuvenecerlo con unos trazos más estilizados y un aire más deportivo, y se aprecia en el frontal, más afilado y con una parrilla más baja, y en las aletas, muy marcadas. Sigue siendo un coche de imagen clásica, aunque algo más discreto y menos ostentoso, pero mantiene su legendaria calidad y está fabricado con aceros y aleaciones especiales para reducir el peso y mejoran la rigidez. Y tiene una aerodinámica récord (CX: 0,27).

La prioridad a la calidad y el confort se refleja también por dentro, con una resolución impecable y un aspecto elegante y moderno. Pero, aparte de utilizar los mejores materiales, todo ajusta de manera casi perfecta y transmite una sensación de lujo y refinamiento difícilmente superable. Delante se viaja cómodamente en dos butacas regulables al mínimo detalle, y atrás se disfruta una banqueta impecable con todo al alcance de la mano, desde la regulación independiente de la climatización y el equipo de música a los habituales posavasos, repisas para objetos... Además, tanto la insonorización como las suspensiones neumáticas ponen la guinda a un conjunto que convierte cualquier trayecto en una experiencia inolvidable.

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Cuatro motores

y tracción 4×

4

La gama incluye cuatro versiones: 350 (272 CV), 500 (388 CV) y 600 (517 CV), en gasolina, y 320 CDi (235 CV), en diésel, todos con cambio automático secuencial de siete marchas. Los precios son altos, pero competitivos, e incluyen un equipo de serie sobresaliente, con ocho airbags, ABS, ESP, sistema Pre-Safe, climatizador, asientos delanteros eléctricos, suspensión neumática y todo tipo de detalles, como sensores de lluvia, faros y presión de ruedas, freno de mano eléctrico, botiquín... Y se puede completar con todos los caprichos imaginables, como asientos con masaje (2.210 euros), a costa de elevar la factura casi al infinito. En otoño estará disponible con tracción 4×4 (4 Matic).

Conclusión

El Mercedes Clase S es un homenaje a la sofisticación tecnológica que recoge las últimos avances del automóvil. Una berlina impecable y exquisita que cuida todo al detalle para que sus afortunados compradores puedan viajar con el máximo confort y seguridad disfrutando una calidad superlativa.

El nuevo Clase S es un poco más grande que el modelo anterior, pero no lo parece porque tiene una línea más compacta y unos trazos menos pesados que estilizan su imagen.CÉSAR LUCAS ABREU

SOBREPRECIO AJUSTADO

El S 350 sigue siendo más caro que otras berlinas de lujo equivalentes, pero el sobreprecio se ha reducido mucho. Frente al A8 3.7, apenas es de 500 euros, aunque el Audi incluye tracción 4×4, que compensa el sistema Pre-Safe del Mercedes.

La diferencia con el Jaguar XJ8 sube a 3.200 euros. Tiene carrocería de aluminio, tapicería de cuero y sensores de aparcamiento, opcionales en el S 350, pero incluye dos airbags menos y hay que sumarle detalles como el sensor de presión de ruedas (610 euros). El BMW 730i es casi 8.000 euros más barato, aunque no lleva suspensión neumática y los asientos eléctricos son opcionales (1.811 euros). Y el VW Phaeton, que viene también con tracción 4×4, cuesta 9.300 menos, pero tiene menos imagen y le faltan los sensores de presión de ruedas y faros (710 y 155 euros), el cambio en el volante (1.030) y otros detalles.

MATERIALES EXQUISITOS

El Clase S es un palacio rodante, tanto por su tecnología como por la calidad que transmite. Se refleja en el interior, que presenta una calidad de resolución exquisita, con materiales nobles, como madera de raíz, y las mejores pieles, que crean un ambiente relajante, sofisticado y acogedor. El salpicadero recuerda al BMW Serie 7 y tiene un aspecto algo pesado, sobre todo en la consola central, que concentra la mayoría de los mandos. Pero la sofisticación se refleja en los detalles, desde el tacto de los pulsadores a la instrumentación o las repisas que se abren al tocarlas. La palanca del cambio automático está a la derecha del volante, que lleva detrás dos teclas para cambiar a mano, y deja espacio entre los asientos delanteros para el mando del sistema de información, similar al ratón de un ordenador, que proyecta sus imágenes en una pantalla situada en el salpicadero. Las plazas traseras son amplias y destacan por su impecable confort, con unas banquetas cómodas, regulación independiente de la climatización y el equipo de música, y un apoyabrazos central con guantera, posavasos. El maletero es correcto, pero justo para el tamaño del coche. La zaga, con el parachoques alto y los nuevos pilotos triangulares de Mercedes, transmite elegancia y solidez

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