Benimantell y Sella pugnan por el control del acuífero de Aitana

El alcalde de Sella, Vicente Mas Pla, del PP, ha iniciado los trámites en la Consejería de Territorio para recuperar los terrenos del Barranc de l'Arch, pertenecientes al vecino municipio de Benimantell, gobernado por el PSPV, y a cuyo consistorio acusa de permisividad en la concesión de licencias para construir nuevos pozos. En el fondo de la polémica se encuentra el control del acuífero de Aitana, del que se nutren ambas poblaciones, con unos 800 habitantes cada una. Sella considera que hasta 1896 este barranco le ha pertenecido y está recopilando documentación que lo acredita para justifica...

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El alcalde de Sella, Vicente Mas Pla, del PP, ha iniciado los trámites en la Consejería de Territorio para recuperar los terrenos del Barranc de l'Arch, pertenecientes al vecino municipio de Benimantell, gobernado por el PSPV, y a cuyo consistorio acusa de permisividad en la concesión de licencias para construir nuevos pozos. En el fondo de la polémica se encuentra el control del acuífero de Aitana, del que se nutren ambas poblaciones, con unos 800 habitantes cada una. Sella considera que hasta 1896 este barranco le ha pertenecido y está recopilando documentación que lo acredita para justificar el deslinde. Cada una de las dos poblaciones en conflicto se encuentra en una ladera de la montaña, pero la zona de l'Arch se extiende por la vertiente de Sella, pese a estar adscrita a Benimantell. "Lo lógico es que el límite entre los dos pueblos sea la cima de la montaña", explicó Mas, que recordó que los vecinos del territorio en disputa se nutren de los servicios de su población, y no de la de Benimantell.

La disputa surgió en 1996, cuando la Marina Baixa sufrió restricciones en el suministro y se propuso extraer agua de este acuífero. Ante la negativa de Sella las prospecciones se realizaron desde Benimantell. "Nuestras fuentes quedaron secas, y aunque en un principio nos dijeron que no había conexión en el subsuelo, posteriores estudios han demostrado que sí", lamenta Mas, lo que justifica su temor a la tolerancia en la construcción de nuevos pozos. Sella se encuentra a menor altitud que Benimantell y se nutre de las fuentes que emanan del acuífero tanto para el consumo humano como para la agricultura, con una férrea política que prohíbe la construcción de pozos a particulares.

Según denuncia, la población vecina, en cambio, ha permitido tres nuevas perforaciones, que han indignado a los dirigentes de Sella, que teme que en el verano las fuentes se vuelvan a secar y el municipio quede sin recursos hídricos. De hecho, la población proyecta la construcción de una balsa de regulación en un espacio de 150.000 metros cuadrados para implantar el riego a goteo en la huerta, y poder aprovechar así las fuentes para el consumo humano.

Nuevas urbanizaciones

El concejal de Urbanismo de Benimantell, José Manuel Andreu, relacionó la postura del Ayuntamiento de Sella con su política urbanística y la previsión de construir nuevas urbanizaciones. "La licencia para los pozos no depende de nosotros, sino de la Confederación Hidrográfica del Júcar", indicó. "La licencia es para un pastor, y es muy diferente suministrar agua a 300 cabras que a 2.500 viviendas", añadió.

El Ayuntamiento de la población de Sella se encuentra inmerso en la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Entre los espacios reclasificados figura el entorno al barranc de l'Arch, que sí pertenece a su dominio.

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