La capital del flamenco

Cada vez hay menos dudas de que Madrid es la capital mundial del flamenco y que un apartado importante de cualquier festival multicultural que en la región se celebre, ha de dedicarse inexorablemente a ese arte.

Los Veranos de la Villa no va a ser menos y, como cada año, dedica un capítulo destacado al género en los Jardines de Sabatini, además de incluir artistas flamencos en otros escenarios.

Parece que el Ayuntamiento de la capital ha entrado en pugna leal y gozosa con la Comunidad de Madrid, que estos días celebra el ambicioso SUMA Flamenca con artistas de primer orden que pr...

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Cada vez hay menos dudas de que Madrid es la capital mundial del flamenco y que un apartado importante de cualquier festival multicultural que en la región se celebre, ha de dedicarse inexorablemente a ese arte.

Los Veranos de la Villa no va a ser menos y, como cada año, dedica un capítulo destacado al género en los Jardines de Sabatini, además de incluir artistas flamencos en otros escenarios.

Parece que el Ayuntamiento de la capital ha entrado en pugna leal y gozosa con la Comunidad de Madrid, que estos días celebra el ambicioso SUMA Flamenca con artistas de primer orden que pretende convertirse en festival flamenco de referencia en el mundo, y le roba artistas para incluir en Los Veranos de la Villa. Estrella Morente y su padre, Enrique, estarán en julio, y por separado (días 13 y 20), en el patio central del Conde Duque, mientras que junto al Palacio Real estarán los cantaores Chano Lobato (6 de agosto) y José Menese (12 de agosto), el tocaor Gerardo Núñez (11 de agosto) y el bailaor El Güito (28 de julio), después de pasar todos ellos por el SUMA.

Sin embargo, Los Veranos de la Villa se apunta la baza de ver, casi por primera vez, a Lole Montoya, del célebre dúo Lole y Manuel, cantar junto a su hija Alba Molina (3 de agosto) que hasta ahora formaba parte de Las Niñas, el trío de funky, soul y hip-hop andaluz que hace tres veranos popularizaron un controvertido No a la guerra, que les valió algún disgusto con programadores de televisión y ayuntamientos afines al PP, que gobernaba entonces.

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