Los comercios cifran en 600.000 euros los daños por los disturbios en Barcelona

Los comercios del centro de Barcelona calcularon ayer en 600.000 euros los daños ocasionados por los disturbios de Canaletes tras la celebración de la victoria del Barça en la Liga de Campeones. Hay 30 establecimientos afectados. Uno de ellos acumula pérdidas de 60.000 euros, y otros dos difícilmente podrán volver a abrir. Los comerciantes exigieron el traslado de este tipo de actos multitudinarios a otros puntos de la ciudad.

El centro comercial El Triangle, en la confluencia de la plaza de Catalunya y la calle de Pelai, fue el que llevó la peor parte en la madrugada del 18 de mayo. La...

Los comercios del centro de Barcelona calcularon ayer en 600.000 euros los daños ocasionados por los disturbios de Canaletes tras la celebración de la victoria del Barça en la Liga de Campeones. Hay 30 establecimientos afectados. Uno de ellos acumula pérdidas de 60.000 euros, y otros dos difícilmente podrán volver a abrir. Los comerciantes exigieron el traslado de este tipo de actos multitudinarios a otros puntos de la ciudad.

El centro comercial El Triangle, en la confluencia de la plaza de Catalunya y la calle de Pelai, fue el que llevó la peor parte en la madrugada del 18 de mayo. Las pérdidas causadas por los alborotadores, que rompieron cristales y saqueron tiendas, ascienden aquí a 410.000 euros. La mayor parte de esta cantidad corresponde al material robado, explicó la gerente del centro comercial, Isabel Bofill. La tienda de ropa Levi's, por ejemplo, fue vaciada literalmente por los asaltantes y no pudo reanudar el negocio, aún de forma precaria, hasta el pasado miércoles.

El cálculo presentado ayer por los presidentes de los ejes comerciales del centro de Barcelona indica que los violentos rompieron vidrios y escaparates de 22 establecimientos, aunque solamente lograron robar material en seis de ellos. El presidente del eje del Raval, Enric Sánchez, explicó que hay dos comercios de este barrio -uno de ellos, una bisutería de la calle de Tallers- que permanecen cerrados y que, con toda seguridad, no podrán volver a abrir. La razón: los propietarios habían inaugurado el establecimiento recientemente y tienen dificultades para afrontar los gastos que suponen las reparaciones.

La Rambla y la calle de Pelai, que fueron los lugares preferentes para la batalla campal, también acumulan importantes daños: 87.000 y 80.000 euros, respectivamente. A estas cantidades hay que sumar los daños en el mobiliario urbano, que el Ayuntamiento cifró en 100.000 euros. Sobre quién deberá hacerse cargo de las indemnizaciones, el presidente de Amics de la Rambla, Ramon Lamazares, indicó que aún están estudiando si presentan reclamaciones por daños y perjuicios a la Administración. Tampoco está claro aún si las compañías de seguros asumirán los gastos.

Comisión sobre vandalismo

El presidente de Barnacentre y de los ejes comerciales de Barcelona, Emili Sarrión, sostiene que episodios como el vivido tras la consecución de la Champions en torno a Canaletes "ponen en entredicho la imagen y el prestigio" de la ciudad. Sarrión denunció descontrol y falta de seguridad, aunque no criticó de forma abierta la actuación de los Mossos d'Esquadra. Sí exigió la implicación del Departamento de Interior y del consistorio.

En este sentido, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, constituyó ayer una comisión de trabajo sobre vandalismo urbano. El órgano reunirá a representantes de las administraciones, de la justicia y de los medios de comunicación. Su objetivo será analizar la violencia que se da en las grandes concentraciones y elaborar propuestas de actuación.

Ante la inseguridad en el centro de Barcelona, Sarrión aseguró que muchos comercios se están planteando instalar vidrios más gruesos y puertas de hierro. El presidente de los ejes comerciales reclamó "mayor contundencia" y "ejemplaridad" en las penas que se imponen a los detenidos por disturbios. "No puede ser que una persona robe pantalones y haga destrozos y sólo se le imponga una multa de 480 euros", denunció. Sarrión defendió la necesidad de aplicar de inmediato la Carta Municipal.