Reportaje:

Telepizza despierta la gula corporativa

El sector restaurador se moviliza para disputar a Ballvé y Permira la toma de control de la cadena

Demasiados ingredientes y algún secreto no desvelado en la pasta de Telepizza. Aunque explota un negocio cada vez más maduro, limitado en su crecimiento por la competencia de otras modalidades de fast food o comida rápida a domicilio y por la proliferación de pizzas refrigeradas en el supermercado, sus mayores accionistas y otros grupos de restauración quieren hacerse con el control de la compañía.

Hay dos ofertas públicas de adquisición (OPA) registradas o anunciadas sobre los títulos de Telepizza y una tercera por ahora no admitida por la CNMV (véase la información gráfica adju...

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Demasiados ingredientes y algún secreto no desvelado en la pasta de Telepizza. Aunque explota un negocio cada vez más maduro, limitado en su crecimiento por la competencia de otras modalidades de fast food o comida rápida a domicilio y por la proliferación de pizzas refrigeradas en el supermercado, sus mayores accionistas y otros grupos de restauración quieren hacerse con el control de la compañía.

Ibersol puede presentar antes del 12 de mayo una oferta que supere la de Zena, y en el mercado no se descarta que aparezca un cuarto pretendiente

Hay dos ofertas públicas de adquisición (OPA) registradas o anunciadas sobre los títulos de Telepizza y una tercera por ahora no admitida por la CNMV (véase la información gráfica adjunta), y provienen, curiosamente, de grupos a los que el mercado colocaba hace unos meses el cartel de "se vende".

Una tentación, la de vender, que han tenido las familias Ballvé y Olcese, gestores y mayores accionistas de Telepizza, hasta que el fondo de capital riesgo Permira se cruzó en su camino y todos juntos abrieron hace 60 días la actual carrera de ofertas por Telepizza.

Las dos familias han tragado carros y carretas desde que adquirieron en 1999 un 5,4% de Telepizza a su fundador, Leopoldo Fernández Pujals, a 4,6 euros por acción, y la fusionaron con la cadena de comida rápida Tele Chef. Una operación que presumieron brillante y que a la postre resultó lo contrario. Facturación y beneficios (en 2003 hubo pérdidas) fueron cayendo, y sólo en los dos últimos ejercicios han empezado a enderezarse las cuentas. Un escenario propicio para vender y salir de la compañía con pérdidas menos onerosas que las que registraban tan sólo hace dos años porque un relanzamiento mayor de Telepizza exigía más dinero y disparar más aún su endeudamiento.

La rápida alianza con Permira disipó tentaciones. Después de elevar su participación en Telepizza a través de una cuestionada emisión de obligaciones convertibles que le permitió duplicarla en pocos meses, Pedro Ballvé, por medio de su patrimonial Carbal (titular del 20,53% del capital de la cadena de restauración), y Permira, al 50%, lanzaron la primera OPA sobre el 100% de las acciones de Telepizza y sobre la totalidad de sus obligaciones convertibles.

Entre otras peculiaridades, esta oferta, que puede ser un primer paso para excluir de Bolsa a Telepizza, propone al pequeño accionista un precio en metálico -2,15 euros- inferior en un 11,6% al pactado previamente por los Ballvé con Caja Madrid para hacerse con el 2,02% del capital de la cadena que posee la entidad financiera. Todavía quedan accionistas de Telepizza que entraron en la compañía cuando sus títulos cotizaban alrededor de los 10 euros.

Enajenaciones y dividendos

Carbal y Permira, según han anunciado, evaluarán la rentabilidad de los activos de Telepizza para mejorar su eficiencia y no descartan enajenar filiales, marcas o líneas de negocio. Considerarán además, según han dicho a la CNMV, el establecimiento de una política de distribución de dividendos por parte de Telepizza, tanto con cargo a los resultados del ejercicio como con cargo a reservas de libre disposición o prima de emisión. Unos fondos que permitirían a los promotores de la OPA atender toda o parte de la deuda para llevar adelante su operación.

La oferta de los Ballvé y de Permira ha abierto el repentino apetito por Telepizza del Grupo Zena, controlado por el fondo de inversión CVC con un 50,5%, y por la sociedad de capital riesgo Inveralia con el 20%. El consejero delegado del grupo, Miguel Ibarrola, ex director financiero de Campofrío (familiarmente vinculada a los Ballvé), ha explicado que con la OPA quieren "unir dos compañías de éxito" (Zena es propietaria de cadenas como Cañas y Tapas, Forster's Hollywood y es el principal franquiciado de Burger King y Pizza Hut). La oferta, agregó, se ha diseñado primando los aspectos industriales sobre los financieros ("vamos a mantener Telepizza como línea de negocio independiente"). Ibarrola, en declaraciones a este diario, ha alabado la gestión y los planes de negocio de Telepizza y ha señalado que en Zena cuentan con "un plan industrial complementario y una filosofía de gestión de costes similar". Características que permiten lograr conjuntamente una dimensión adecuada para afrontar con éxito un mayor crecimiento futuro.

Esta segunda OPA, que ofrece al accionista 2,40 euros por título, la misma cantidad pactada por Ballvé con Caja Madrid, "no debería hallar problemas para cumplir las condiciones a las que está sujeta" (aceptación de un mínimo del 49% del capital y aprobación previa por parte de la junta de accionistas del desblindaje de los estatutos), según Ibarrola.

Muchos analistas apuntan, sin embargo, que la probable oposición de Ballvé (20,5% del capital) puede echar por tierra la supresión de las medidas de blindaje, ya que se requiere para ello el voto favorable del 75% del capital. Y ello pese a que la oferta de Carbal y Permira contemplaba inicialmente la revisión de los estatutos de Telepizza. No parece probable, aunque es posible, que los Ballvé rompan su compromiso irrevocable con Permira para no acudir a ninguna oferta competidora mediante el pago de una indemnización. Y un entendimiento entre los fondos Permira y CVC, que ya se enfrentaron recientemente por el control de Cortefiel, no parece fácil pero tampoco es descartable.

Esta semana se sumó a la puja, con una tercera OPA, el grupo portugués Ibersol, que gestiona más de 300 establecimientos y tiene, entre otros, 61 centros en España de la cadena Pizza Móvil, además de 87 restaurantes Pizza Hut en Portugal y facturó 142,4 millones de euros el pasado año.

Subasta en sobre cerrado

Ibersol, que preparaba su oferta desde hace semanas, se vio sorprendida por la presentación de la OPA de Zena, pero decidió mantener su propuesta de 2,25 euros por título de Telepizza, superior al precio de la inicial de Ballvé y Permira, argumentando que ésta era la única aceptada hasta ese momento por la CNMV. El miércoles el regulador comunicó que no aceptaba tal argumentación y rechazó la oferta, pero advirtió a Ibersol que tiene plazo hasta el 12 de mayo para presentar otra oferta que mejore el precio de Zena. Una posibilidad, la de mejorar el precio, que Ibersol adelantó ya al remitir a la CNMV su oferta.

En el mercado, entre tanto, se baraja la posibilidad de una cuarta OPA, y las acciones de Telepizza se revalorizan al calor de la toma de posiciones de algunos fondos de inversión especulativos.

El procedimiento entre las distintas ofertas, si no hay acuerdo previo entre los pretendientes de Telepizza, obliga a realizar una subasta en sobre cerrado en el que los oferentes pueden mejorar los precios propuestos al mercado.

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