Reportaje:Internacional

Un misil contra el fútbol

La FIFA media entre Israel y Palestina, reivindica el deporte como forma de tender puentes y arregla un estadio de Gaza dañado por un proyectil

Tal vez sea lo único en común entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y su homólogo palestino, Ismail Haniya: la pasión por el fútbol. Desmedida en el judío, que aguardó los resultados de las elecciones del 28-M viendo por televisión el Barça-Benfica y el Milan-Lyon. Más atemperada en el musulmán, que hizo sus pinitos en este deporte. Pero ni por ésas han quedado los estadios al margen de la contienda. El último día de marzo, un cohete artesanal lanzado por una milicia palestina aterrizó en uno israelí. La réplica, 24 horas después, fue contundente. La aviación hebrea disparó un misil s...

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Tal vez sea lo único en común entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y su homólogo palestino, Ismail Haniya: la pasión por el fútbol. Desmedida en el judío, que aguardó los resultados de las elecciones del 28-M viendo por televisión el Barça-Benfica y el Milan-Lyon. Más atemperada en el musulmán, que hizo sus pinitos en este deporte. Pero ni por ésas han quedado los estadios al margen de la contienda. El último día de marzo, un cohete artesanal lanzado por una milicia palestina aterrizó en uno israelí. La réplica, 24 horas después, fue contundente. La aviación hebrea disparó un misil sobre otro de Gaza. El punto central se observaba demasiado extenso desde la azotea de un hotel cercano. El cráter destrozó el drenaje.

Al día siguiente, Haniya se calzó las botas y peloteó un rato con un grupo de chavales. Debió de ser un partidillo al estilo tradicional británico. Pelotazo por encima de los centrocampistas, cuyo espacio de maniobra era un socavón.

Jerome Champagne, vicesecretario general de la FIFA encargado de asuntos políticos, aseguró que Israel atacó "sin razón alguna", ya que desde el estadio de Gaza no se disparan cohetes. "Hemos pedido explicaciones. La FIFA ha luchado más de un siglo por convertir el fútbol en algo universal. Golpear un terreno de juego es una mala señal", añadió Champagne. El embajador israelí en Suiza dijo que el estadio fue empleado por los activistas palestinos, aunque el propio ejército rechazó esa versión. Ahora, el organismo internacional, que estudió imponer sanciones a Israel, ha decidido sufragar los gastos de la reparación.

"En el mundo de hoy, afectado por la violencia y las disputas, el fútbol es uno de las escasas herramientas para tender puentes y simboliza lo que une al planeta", declaró el presidente de la FIFA, Joseph Blatter. Próximamente, una delegación de su organismo viajará a Gaza para evaluar los daños.

A modo de suave reprimenda, la FIFA ha recordado en un comunicado que puso todo su empeño para que Israel pudiera jugar en Tel Aviv los partidos de clasificación para el Mundial a pesar de los atentados suicidas perpetrados por terroristas palestinos. A punto estuvo de lograr el billete. Y añade que el fútbol palestino tiene derecho a organizar una competición unificada en Cisjordania y Gaza. El cierre militar de la franja y el asedio arbitrario a las ciudades de Cisjordania hacen muy improbable que un equipo de Gaza se enfrente a otro de Ramala.

El cráter dejado por el obús en el círculo central del campo de Gaza.REUTERS

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