La edad feliz del cine
Es sumamente extraña esta Memorias de China, que llega con retraso con respecto a la fecha de su realización. En apariencia, un melodrama que se toma a sí mismo como tal, sin coartadas culteranas ni guiños posmodernos, en el que, como querría cualquier dramaturgia clásica del género, se dan cita el infortunio y el azar en dosis nada despreciables. Una segunda lectura del filme permite constatar que estamos ante una reivindicación del cine popular, de ese tipo de cine-espectáculo de masas que, al decir de Jean-Luc Godard -y de muchos más- ha muerto definitivamente.
En este sentido...
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Es sumamente extraña esta Memorias de China, que llega con retraso con respecto a la fecha de su realización. En apariencia, un melodrama que se toma a sí mismo como tal, sin coartadas culteranas ni guiños posmodernos, en el que, como querría cualquier dramaturgia clásica del género, se dan cita el infortunio y el azar en dosis nada despreciables. Una segunda lectura del filme permite constatar que estamos ante una reivindicación del cine popular, de ese tipo de cine-espectáculo de masas que, al decir de Jean-Luc Godard -y de muchos más- ha muerto definitivamente.
En este sentido, Memorias de China, que no renuncia a denunciar el pasado del país, se comporta como tantos otros títulos -de La última sesión a En el curso del tiempo, por poner sólo dos ejemplos- en los que se convoca la muerte del cine. Tiene gracia y no pocos momentos de inspiración; pero lo recordaremos por su decidida apuesta por géneros, temas y personajes de esos que ya no pueblan nuestras pantallas.
MEMORIAS DE CHINA
Dirección: Xiao Jiang. Intérpretes: Xia Yu, Li Haibin, Zhang Yijing, Qi Zhongyang. Género: melodrama, China, 2004. Duración: 93 minutos.