Reportaje:

Maragall, entre sus socios republicanos

El presidente relativiza las crisis del tripartito, pero marca distancias con ERC

Un diario apretar y aflojar, cuidando que ni la presión ahogue ni la distensión permita el desmadre. Si esta es la práctica en la coalición gubernamental catalana, el de ayer fue un día en el que el presidente Pasqual Maragall se dedicó a marcar distancias respecto al aliado republicano, que es el principal productor de ruido en el tripartito.

Maragall tuvo anoche la oportunidad de dirigirse a un buen puñado de dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) en la presentación del libro Una pàtria sòlida en el temps, escrito por el primer consejero, Josep Bargalló. "Políticamente...

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Un diario apretar y aflojar, cuidando que ni la presión ahogue ni la distensión permita el desmadre. Si esta es la práctica en la coalición gubernamental catalana, el de ayer fue un día en el que el presidente Pasqual Maragall se dedicó a marcar distancias respecto al aliado republicano, que es el principal productor de ruido en el tripartito.

Maragall tuvo anoche la oportunidad de dirigirse a un buen puñado de dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) en la presentación del libro Una pàtria sòlida en el temps, escrito por el primer consejero, Josep Bargalló. "Políticamente no comparto sus posiciones", dijo Maragall nada más empezar, por si hacía falta. "Siempre he dicho que no compartimos la estación final" a la que ERC quiere llevar al país, subrayó luego para dejar claro que los independentistas pueden contar con él para la "parte del trayecto" en la que coinciden, pero no más.

Esto sucedía en la terraza cubierta de la librería Laie, con el presidente del Parlament, Ernest Benach; los consejeros de Comercio, Bienestar y Familia, y de Universidades, Josep Huguet, Anna Simó y Carles Solà, respectivamente, y el consejero portavoz, Joaquim Nadal, en las primeras filas de oyentes. Éstos, en gran parte, eran altos cargos de ERC, como el secretario general de la Presidencia, Xavier Vendrell, entre otros. Y con el telón de fondo del enésimo enfrentamiento en el seno del tripartito a causa, esta vez, de la división de posiciones sobre el nuevo Estatuto.

Todo esto se producía, también, en el anochecer del día en que, por la mañana, Maragall había decidido que la gestión política del referéndum a que se someterá el Estatuto no corresponderá al consejero de Gobernación, Joan Carretero -el republicano que calificó el Estatuto de un "inmenso desastre"-, ni de Xavier Vendrell, el alto cargo del Gobierno que está en el ojo del huracán desatado por las cartas que envió a altos cargos de la Generalitat requiriéndoles el pago de cuotas a ERC.

En este cotidiano ejercicio de marcar distancias, de estirar la cuerda sin romperla, ayer tocaba afirmar también que la sangre no llegará al río. "Hemos tenido crisis, sí; pero ninguna de gobierno". Puede que este sea el acento dominante mientras no se resuelva el embrollo que el referéndum del Estatuto representa para el tripartito.

Pero será sin dramatizar. Si el Estatuto hoy les separa, el Pacto del Tinell expresa la parte "compartida" del proyecto. Por lo demás, el elogio a Bargalló le sale sincero a Maragall. "Es una persona razonable, que genera empatía, que escucha y sabe escuchar".

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Los guiños se extendieron al líder de ERC, Josep Lluís Carod, a quien Maragall visitó ayer mismo en su domicilio, donde convalece de una angina de pecho. "Está bien. Y castizo", explicó.

Por lo demás, las acusaciones cruzadas ayer por los dirigentes de CiU Josep Antoni Duran Lleida y Felip Puig sirvieron a Maragall para relativizar las existentes en el tripartito. "Si todavía hoy no se da unanimidad entre los dos partidos que gobernaron en Cataluña durante más de 20 años", dijo desafiante, "¿a qué vienen tantos aspavientos por las diferencias en el seno del actual Gobierno".

Este fue también uno de los argumentos expuestos por el propio Bargalló y por Benach en las intervenciones iniciales. Ambos reivindicaron el derecho a la diferencia, pero defendieron la viabilidad del proyecto expresado en el Pacto del Tinell y su compromiso con él.

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