Perfil | Emilio Saracho

Empezar en Londres

"He perdido mi zona de confort, esa en la que estás cómodo porque conoces a todo el mundo y te conocen a ti. Sé que me esperan seis meses de tensión, pero tenía que dar este paso para no acomodarme". Así describe Emilio Saracho (Madrid, 1955) el cambio de destino y su traslado a Londres. El que fuera presidente de JP Morgan en España hasta ahora se ha convertido en el responsable de banca privada para Europa, Oriente Medio y África. Enrique Casanueva será su sustituto.

Saracho, que ya tiene piso y pronto se trasladará con la familia a Londres, pasará a dirigir un grupo de 600 personas, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"He perdido mi zona de confort, esa en la que estás cómodo porque conoces a todo el mundo y te conocen a ti. Sé que me esperan seis meses de tensión, pero tenía que dar este paso para no acomodarme". Así describe Emilio Saracho (Madrid, 1955) el cambio de destino y su traslado a Londres. El que fuera presidente de JP Morgan en España hasta ahora se ha convertido en el responsable de banca privada para Europa, Oriente Medio y África. Enrique Casanueva será su sustituto.

Saracho, que ya tiene piso y pronto se trasladará con la familia a Londres, pasará a dirigir un grupo de 600 personas, que gestiona 56.000 millones de euros que pertenecen a unas 1.500 grupos familiares. Para ser cliente de este selecto club es necesario contar con un patrimonio líquido de 25 millones de euros de los que, al menos, cinco se deben colocar bajo la gestión de JP Morgan. "Para dar un servicio de asesoramiento es necesario exigir este nivel de patrimonio", asegura.

Saracho está convencido de que podrá aplicar sus conocimientos de banca de inversión para la banca privada. "Cada vez hay más convergencia entre los dos negocios porque las grandes fortunas invierten en fondos de capital-riesgo y utilizan modelos similares a los de las instituciones", comenta este ejecutivo. En su opinión, los ricos no piden habitualmente a sus gestores que multipliquen por cinco el capital. "Su principal preocupación es preservar la riqueza del 80% del patrimonio. Con ese dinero no quieren que superes los índices de Bolsa. El resto lo colocan en inversiones más arriesgadas, pero su obsesión es no sufrir grandes altibajos", explica. "Además", añade, "no permiten que se les cobre altas comisiones. Ellos son ricos, pero los márgenes en este negocio son bajos". En el último ejercicio han ofrecido rentabilidades medias entre el 12% y el 20% "sobre todo por la buena marcha de los mercados", apunta Saracho.

Para no tener sustos en la gestión, el único camino es utilizar sofisticados sistemas de inversión. JP Morgan cuenta con 67 modelos y todos los gestores se deben ceñir a ellos, cuenta este ejecutivo.

Saracho es licenciado en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y realizó un MBA en la Universidad de California. Este ejecutivo está acostumbrado a cambios. Ha pasado por Goldman Sachs, el Santander Investment (en dos ocasiones) y JP Morgan. En este periplo, vivió la fusión de JP con Chase Manhattan. "No fue una operación buena para el negocio en España. Ellos tenía un modelo distinto, con un nivel más bajo de clientes y se destruyó valor", recuerda ahora.

SCIAMMARELLA

Sobre la firma

Archivado En