María San Gil acusa a Ibarretxe de querer pagar un "precio político" a ETA
La presidenta del Partido Popular del País Vasco, María San Gil, dio ayer en Bilbao escaso crédito a la declaración de alto el fuego de ETA. Anunció que su partido no acudirá a las mesas de partidos "extraparlamentarias" anunciadas por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, donde, dijo, se le va "a pagar un precio político a ETA". Ibarretxe anunció a San Gil, según señaló ésta, su intención de citarle a un encuentro bilateral previo a la convocatoria de la mesa de partidos. San Gil, quien rechazo reunirse con Batasuna, aseguró que nada ha cambiado y que la banda terrorista hace las misma...
La presidenta del Partido Popular del País Vasco, María San Gil, dio ayer en Bilbao escaso crédito a la declaración de alto el fuego de ETA. Anunció que su partido no acudirá a las mesas de partidos "extraparlamentarias" anunciadas por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, donde, dijo, se le va "a pagar un precio político a ETA". Ibarretxe anunció a San Gil, según señaló ésta, su intención de citarle a un encuentro bilateral previo a la convocatoria de la mesa de partidos. San Gil, quien rechazo reunirse con Batasuna, aseguró que nada ha cambiado y que la banda terrorista hace las mismas exigencias de siempre: "Autodeterminación y territorialidad".
"El PP va a seguir trabajando, día a día, para conseguir la derrota definitiva del terrorismo", reiteró ayer San Gil en un discurso similar al empleado las últimas semanas. En cualquier caso, dijo que su partido está dispuesto a colaborar con el PSOE en el seno del pacto por las libertades y contra el terrorismo.
"Espero que los jueces y policías actúen al margen de lo que ETA haya dicho o haya querido que algunos creamos". La dirigente del PP vasco indicó que sería "gravísimo que el comunicado de ETA, anunciando un alto el fuego permanente, condicionara las actuaciones judiciales y policiales". Las palabras de San Gil fueron una clara referencia a la próxima comparecencia del dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, prevista para mañana.