El juez procesa a 32 islamistas por intentar volar la Audiencia Nacional con un camión de explosivos

El juez Fernando Grande-Marlaska procesó ayer a 32 islamistas que habían planeado en 2003 volar la Audiencia Nacional en un atentado suicida con un camión cargado con 500 kilos de explosivos. El jefe del grupo era el marroquí Abderrahmane Tahiri, de 32 años, más conocido como Mohamed Achraf, aunque utilizaba también los nombres de Mikael Etienne Christian Lefevre y Kamel Saadi. Estuvo preso en España, aunque fue detenido en Ginebra (Suiza), de donde fue extraditado en abril de 2005.

Según el auto de procesamiento, Tahiri, en funciones de emir (líder del grupo), "constituyó un gru...

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El juez Fernando Grande-Marlaska procesó ayer a 32 islamistas que habían planeado en 2003 volar la Audiencia Nacional en un atentado suicida con un camión cargado con 500 kilos de explosivos. El jefe del grupo era el marroquí Abderrahmane Tahiri, de 32 años, más conocido como Mohamed Achraf, aunque utilizaba también los nombres de Mikael Etienne Christian Lefevre y Kamel Saadi. Estuvo preso en España, aunque fue detenido en Ginebra (Suiza), de donde fue extraditado en abril de 2005.

Según el auto de procesamiento, Tahiri, en funciones de emir (líder del grupo), "constituyó un grupo terrorista organizado y estructurado, de tendencia radical salafista" autodenominado Mártires por Marruecos. Este grupo "defendía la práctica de la yihad (guerra santa) con intención de ponerla en práctica en España, a través de acciones violentas como la proyectada contra el edificio de la Audiencia Nacional y las personas que hubiera en su interior".

El juez menciona a ocho de los islamistas que se habían ofrecido a Tahiri para suicidarse, como mártires del islam, en el atentado contra la Audiencia Nacional, en el que también pensaba participar como suicida el propio Tahiri.

Segundo nivel

El auto de procesamiento describe también la existencia de un "segundo nivel" dentro del grupo cuya estructura tendría los mismos rasgos que el principal. Es decir, manteniendo la ideología salafista radical y con predisposición al "martirio" mediante el suicidio, y cuyos integrantes estaban dispuestos a sustituir a los de la primera línea una vez que hubieran cumplido los objetivos o hubieran sido detenidos. Este segundo nivel estaba dirigido por el argelino Dibali Abdellah, conocido como Addila Mimon. A este presunto terrorista se le incautó documentación que marcaba como objetivos terroristas las estaciones ferroviarias de Atocha y Príncipe Pío, edificios como Torre Picasso, la sede del Partido Popular, el Palacio de Exposiciones o el estadio Santiago Bernabéu.

A este grupo pertenecían varios miembros del GIA argelino, como Soubi Kuonic y Abdelkrim Bensmail, compañeros del suicida del 11-M Allekema Lamari, que les enviaba dinero a la cárcel. Precisamente a Bensmail le fue encontrado en un registro de su celda del centro penitenciario de Villabona (Asturias) un documento con anotaciones que, según el análisis policial, es una fórmula para fabricar explosivos.

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El juez ha procesado a los 32 islamistas como autores de un delito de integración en organización terrorista de naturaleza yihadista, otro de conspiración para el atentado terrorista con resultado de muerte, otro de falsificación de moneda y otro de falsificación de documentos.

El magistrado precisa que se trata de una "estructura organizativa básica, pero dispuesta desde su inicio a cometer las acciones más atroces, incluidas las acciones suicidas contra personas y bienes".

El juez ha confirmado la busca y captura de tres de los islamistas que están huidos: Abdellah Hawari, Mohamed Keussabi y Mohamed Hamid.

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