Reportaje:HOLANDA | La lucha contra el racismo

Prohibidos los sonidos de la jungla e imitar a los corderos

La Federación Holandesa de Fútbol ha optado por involucrar a clubes, árbitros y poderes locales. Los árbitros pueden parar el juego de forma temporal o definitiva en cuanto consideren que los "himnos y cánticos entonados desde las gradas adquieren un carácter insultante o discriminatorio". Una vez en los vestuarios, la decisión de reanudarlo depende de lo acordado con los directivos de los equipos y del Ayuntamiento donde se celebren los partidos. Desde 2005, existe además una lista de términos que no deben usarse y provocan, por sí solos, la interrupción.

Elaborada por una comisión ase...

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La Federación Holandesa de Fútbol ha optado por involucrar a clubes, árbitros y poderes locales. Los árbitros pueden parar el juego de forma temporal o definitiva en cuanto consideren que los "himnos y cánticos entonados desde las gradas adquieren un carácter insultante o discriminatorio". Una vez en los vestuarios, la decisión de reanudarlo depende de lo acordado con los directivos de los equipos y del Ayuntamiento donde se celebren los partidos. Desde 2005, existe además una lista de términos que no deben usarse y provocan, por sí solos, la interrupción.

Elaborada por una comisión asesora formada por los propios árbitros junto con entrenadores, juristas y representantes de los jugadores, la relación incluye palabras y canciones, silbidos, abucheos e imitaciones de animales. Se repudian, por ejemplo, los insultos que tengan como núcleo central las supuestas enfermedades que padecerán sus receptores de perder un encuentro; las alusiones a los genitales y a la prostitución. Tampoco se permiten frases discriminatorias, ofensivas o racistas contra una persona o un grupo, en general rivales en el estadio. Los gritos amenazadores, los sonidos que imiten la jungla y los abucheos maliciosos están asimismo proscritos. Otro tanto ocurre con las imitaciones de animales como las cabras y los corderos.

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Aceptadas por los clubes nacionales, estas normas detallan también los pasos que debe dar un árbitro para suspender un encuentro. Antes del mismo, lo ocurrido en las gradas en responsabilidad de las autoridades locales. Con el partido en marcha, el árbitro puede pararlo en cualquier momento si considera que la violencia verbal va en aumento. De no regresar al estadio -puede volver varias veces si lo cree conveniente- deberá informar a la federación de sus razones. Es indispensable que hable también con los medios de comunicación para evitar malentendidos. "Si los clubes no colaboran en poner coto a los desmanes de sus propios hinchas, dentro y fuera de sus estadios, se les puede sancionar", señalan fuentes de la KNVB.

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