Cartas al director

Los ricos no se distraen al volante

O al menos, eso es lo que se desprende de alguna de las disposiciones de la Dirección General de Tráfico. Durante muchos años, sólo los bien dotados económicamente tenían el privilegio de acercar un aparato telefónico a su oreja mientras conducían sus lujosos automóviles. En la actualidad, el avance tecnológico y la consiguiente reducción de precios permite que millones de conductores puedan ocuparse de "sus negocios" durante la conducción.

Y es precisamente ahora, cuando algún lúcido funcionario "descubre" que hablar por teléfono desvía la atención y, por tanto, debe prohibirse. Segura...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

O al menos, eso es lo que se desprende de alguna de las disposiciones de la Dirección General de Tráfico. Durante muchos años, sólo los bien dotados económicamente tenían el privilegio de acercar un aparato telefónico a su oreja mientras conducían sus lujosos automóviles. En la actualidad, el avance tecnológico y la consiguiente reducción de precios permite que millones de conductores puedan ocuparse de "sus negocios" durante la conducción.

Y es precisamente ahora, cuando algún lúcido funcionario "descubre" que hablar por teléfono desvía la atención y, por tanto, debe prohibirse. Seguramente, algo similar va a ocurrir con esos modernos aparatos llamados navegadores para coches: su abaratamiento está motivando que proliferen los vehículos que los portan.

Cuando su uso sea masivo, el funcionario de turno se percatará de que estos artilugios distraen aún más que una conversación telefónica y, consecuentemente, procederán a la "caza y captura" de sus portadores. Tiempo al tiempo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En