Peaje sí, peaje no

La capital sufre cuatro millones de desplazamientos en coche cada día, y un millón de entradas y salidas se producen por las carreteras. Las cifras, facilitadas por el Ayuntamiento de Madrid, permiten comprobar que el tráfico es uno de los grandes problemas de la capital no sólo por el colapso que sufre la circulación, sino por los efectos medioambientales. En una entrevista concedida al diario EL PAÍS, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que Madrid debe plantearse poner un peaje de acceso a la capital para detener la avalancha de coches.

La ministra de Medio Ambien...

La capital sufre cuatro millones de desplazamientos en coche cada día, y un millón de entradas y salidas se producen por las carreteras. Las cifras, facilitadas por el Ayuntamiento de Madrid, permiten comprobar que el tráfico es uno de los grandes problemas de la capital no sólo por el colapso que sufre la circulación, sino por los efectos medioambientales. En una entrevista concedida al diario EL PAÍS, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que Madrid debe plantearse poner un peaje de acceso a la capital para detener la avalancha de coches.

La ministra de Medio Ambiente hacía este llamamiento porque, según los datos que maneja, Madrid va a tener serios problemas para cumplir la normativa europea en materia de calidad del aire. Según la Comisión Europea, la contaminación atmosférica causa en Europa 350.000 muertes prematuras al año. De ellas, 16.000 corresponden a España. La contaminación no es una causa directa del fallecimiento de estas personas, pero sí acelera los procesos evolutivos de algunas enfermedades. Así lo indica también el estudio del Instituto de Salud Pública Impacto de la contaminación atmosférica en la salud, dedicado a los efectos sobre la salud de las partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno y ozono, que son los contaminantes más conflictivos en las ciudades europeas.

El principal agente contaminador del aire en Madrid es el tráfico de vehículos. Los contaminantes más problemáticos en la capital son el dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM10).

Mejorar la calidad del aire en la ciudad pasa, según los expertos, por reducir el tráfico rodado. Esto se está haciendo en muchas ciudades del mundo. La experiencia de Londres, que en 2003 implantó el pago por entrar en el centro de la ciudad, es el gesto más contundente, pero no el único. Londres también ha puesto en marcha otras medidas para hacer incómodo el uso del vehículo privado en el centro de la ciudad.

En Madrid, de momento, se ha apostado por hacer cada día más difícil aparcar en el centro de la capital. Los últimos datos del Ayuntamiento apuntan a que el descenso de coches en la almendra central es un hecho y el tráfico ha descendido el 12% en tres años.