Reportaje:

O'Neal y Bryant entierran el hacha

Russell, el legendario 'pívot', media y logra que las dos estrellas se abracen en la pista

La gran rivalidad personal surgida hace dos años entre los baloncestistas estadounidenses Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, ex compañeros en los Lakers de Los Ángeles, llegó a su final después de que Bill Russell mediase. El legendario pívot se reunió la semana pasada, en Seattle, con O'Neal y le explicó que lo mejor que podía hacer era ofrecerle la mano a Bryant. Su argumento fue que la pugna entre las grandes estrellas no debe basarse en los malos modos, el rechazo o las declaraciones ofensivas, sino demostrando en la cancha el valor de cada uno. La ruptura se produjo en 2004, cuando Br...

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La gran rivalidad personal surgida hace dos años entre los baloncestistas estadounidenses Shaquille O'Neal y Kobe Bryant, ex compañeros en los Lakers de Los Ángeles, llegó a su final después de que Bill Russell mediase. El legendario pívot se reunió la semana pasada, en Seattle, con O'Neal y le explicó que lo mejor que podía hacer era ofrecerle la mano a Bryant. Su argumento fue que la pugna entre las grandes estrellas no debe basarse en los malos modos, el rechazo o las declaraciones ofensivas, sino demostrando en la cancha el valor de cada uno. La ruptura se produjo en 2004, cuando Bryant le dijo al dueño de los Lakers, Jerry Buss, que si quería seguir contando con él tendría que ser como líder único y Buss permitió el traspaso de O'Neal a los Heat.

"Tuve órdenes claras del gran Russell", comentó O'Neal sobre su decisión de acercarse a Bryant antes del partido entre los Lakers y los Heat para darle la mano, abrazarlo y conversar. Según O'Neal, Russell, un activista en favor de los derechos de los negros, le dijo que nunca se había sentido mal por enfrentarse a un ex compañero, de ahí que le aconsejase enterrar "el hacha de guerra". "Hoy es un día de paz", valoró O'Neal al referirse a la celebración del Día de Martin Luther King, el líder negro de los derechos humanos.

La acción de O'Neal fue acogida con sorpresa primero y agrado después por Bryant, que respondió a su acercamiento y los aficionados de los Lakers los ovacionaron cuando se abrazaron: "Me hizo sentir bien. Participamos en muchas guerras deportivas y ahora debemos luchar al máximo por nuestros equipos".

O'Neal y Bryant se abrazan antes del partido entre sus equipos.AP

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