"La pérdida de toda esperanza"

La Audiencia Provincial de Sevilla aprovecha su auto para dar un nuevo tirón de orejas al titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, con el que han mantenido notorias discrepancias a propósito del destino de los hijos de Carmen Fernández. Mientras la sala siempre se ha inclinado por la madre, el juez autorizó el acogimiento preadoptivo y se negó a proceder a la devolución de los menores.

En su nuevo auto, el tribunal recrimina a Serrano por utilizar el baremo indemnizatorio establecido por las compañías aseguradoras para accidentes de tráfico, limit...

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La Audiencia Provincial de Sevilla aprovecha su auto para dar un nuevo tirón de orejas al titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, con el que han mantenido notorias discrepancias a propósito del destino de los hijos de Carmen Fernández. Mientras la sala siempre se ha inclinado por la madre, el juez autorizó el acogimiento preadoptivo y se negó a proceder a la devolución de los menores.

En su nuevo auto, el tribunal recrimina a Serrano por utilizar el baremo indemnizatorio establecido por las compañías aseguradoras para accidentes de tráfico, limitando así a 72.670 euros el pago a la mujer: "Ningún parangón es posible establecer entre unas lesiones o un fallecimiento por accidente de tráfico con la ilegítima privación de unos hijos a su madre desde hace casi 10 años, con numerosas y muy graves cicircunstancias que rodearon tal privación y que agravaron hasta extremos de difícil narración el sufrimiento". Por el contrario, la sala respalda el baremo defendido por el abogado Gabriel Velamazán, de aplicar el usado por el Tribunal Supremo para personas indebidamente privadas de libertad, que es un criterio creciente, "es decir que se estima que el sufrimiento va en aumento no de forma igualitaria según transcurre el tiempo, de tal manera que un segundo periodo de idéntica duración que el anterior no se indemniza en el mismo porcentaje".

La sala examina dos criterios para concluir que la compensación debe sumar 1,45 millones de euros. La enfermedad padecida por Carmen Fernández, un cuadro depresivo reactivo, "a causa del sufrimiento" y la pérdida de sus hijos, en los que se tiene en cuenta el tiempo que ha estado apartada de ellos, el sufrimiento por "la razonable expectativa que tenía de recuperación de los mismos" y la "definitiva pérdida de toda esperanza" de recuperarlos a partir de 2002.