Acelera el Madrid, no frena el Barça

El cierre de la primera vuelta dejó dos apuntes interesantes: el Barça sabe fajarse y el Madrid sabe jugar. Frente al Athletic peor colocado de la historia a estas alturas de curso, el mejor líder que se recuerda pasó un suplicio (2-1). Frente al Sevilla, que llegó a Chamartín como el grupo menos goleado del campeonato, el decepcionante Madrid de esta primera mitad de Liga despachó un gran partido, con brío y fantasía, jugado a una marcha que hace siglos que no se le conocía a este equipo. Con Guti como primer artista y Zidane emulando a Ronaldo -hizo su primer hat-trick en España-, el ...

El cierre de la primera vuelta dejó dos apuntes interesantes: el Barça sabe fajarse y el Madrid sabe jugar. Frente al Athletic peor colocado de la historia a estas alturas de curso, el mejor líder que se recuerda pasó un suplicio (2-1). Frente al Sevilla, que llegó a Chamartín como el grupo menos goleado del campeonato, el decepcionante Madrid de esta primera mitad de Liga despachó un gran partido, con brío y fantasía, jugado a una marcha que hace siglos que no se le conocía a este equipo. Con Guti como primer artista y Zidane emulando a Ronaldo -hizo su primer hat-trick en España-, el Madrid (4-2) tuvo momentos brillantes en un partido pleno de intensidad, un encuentro muy exigente tanto en ataque como en defensa. Y el Real Madrid respondió ante un rival que nunca se rindió.

Emboscado por un Athletic más recio de lo habitual fuera de San Mamés, el Barça sudó como pocas veces. Enlazó su 17ª victoria consecutiva tras librar un partido áspero y tortuoso, de pierna de mármol, con muchos trompicones y pocas gotas de fútbol. Las pocas que hubo las puso el Barça y con ello empinó el resultado, adverso desde el gol de Llorente al cuarto de hora. Pero el Athletic no se arrugó y disputó cada asalto con una extraordinaria energía. Tras los goles de Ronaldinho y Messi, el equipo de Clemente no entregó la cuchara y sembró de minas el Camp Nou. Tanto incomodó al Barça, que el duelo se cerró con una serie de mamporros entre unos y otros, con Rijkkard de pacifista en el medio campo, y Deco en la ducha, expulsado por un tirón de pelo a Gurpegui. Por un instante apareció en el retrovisor el desagradable matonismo con que Barça y Athletic cerraron la Copa de 1984. Desde el ángulo deportivo: el Barça ha sido el mejor líder desde que la Liga tiene 20 equipos y concede tres puntos por victoria; el Athletic, por primera vez en su historia, concluye una mitad del campeonato en puestos de descenso. Al Athletic le espera un drama de 19 actos. El Barça, lanzado como parece, tendrá que examinarse por un tiempo sin Eto'o, ya camino de la Copa de África. Encontró la fórmula sin Xavi y ahora le tocará remediar la baja del camerunés (18 goles en 19 partidos). A 13 puntos de distancia, el Madrid parece haber encontrado la vía adecuada.