Detenido un supuesto ladrón con 28 antecedentes y que era preso preventivo
En septiembre pasado, la policía tuvo que montar un dispositivo especial de vigilancia en Usera y Villaverde. Durante el verano se había producido una ola de atracos en pisos de la zona con un mismo modus operandi. Los agentes dedujeron que tras los robos estaban las mismas personas. Los ladrones cometían los robos a plena luz del día, mientras los moradores de las viviendas estaban en el trabajo.
Cuando la policía detuvo al supuesto ladrón, descubrió que tenía 28 antecedentes y que era un preso preventivo.
Los agentes empezaron la investigación buscando posibles huellas c...
En septiembre pasado, la policía tuvo que montar un dispositivo especial de vigilancia en Usera y Villaverde. Durante el verano se había producido una ola de atracos en pisos de la zona con un mismo modus operandi. Los agentes dedujeron que tras los robos estaban las mismas personas. Los ladrones cometían los robos a plena luz del día, mientras los moradores de las viviendas estaban en el trabajo.
Cuando la policía detuvo al supuesto ladrón, descubrió que tenía 28 antecedentes y que era un preso preventivo.
Los agentes empezaron la investigación buscando posibles huellas comunes en las viviendas asaltadas. Las pesquisas dieron un resultado positivo. Merced a ello, los agentes del Grupo Segundo de la Policía Judicial del distrito de Usera-Villaverde han identificado a un sospechoso de estos atracos: sus huellas coinciden con las encontradas en gran parte de las viviendas y, además, ha sido reconocido por algunos vecinos. Se trata de J. J. M., madrileño de 35 años.
Cuando fueron a detenerle para interrogarle sobre estas fechorías, la policía descubrió que se hallaba preso preventivo en la cárcel de Soto del Real, a la espera de uno de los tantos juicios que le aguardan. Y es que a J. J. M. le constan 28 antecedentes policiales, casi todos por robos con fuerza en las casas y de vehículos. La mayoría de estos robos los cometió supuestamente en Alcorcón. También arrastra en su haber un robo con violencia e intimidación, con uso de arma blanca.
La policía está convencida de que J. J. M. cometió los robos en Usera y Villaverde cuando estaba en libertad, antes de ingresar en prisión. Y cree que se trata de uno de los autores de la ola de robos que castigó el barrio durante el verano, no ya sólo por las huellas dactilares halladas en algunas de las viviendas, sino porque ha sido reconocido fotográficamente por varios vecinos.
De los pisos desaparecieron joyas, dinero, aparatos electrónicos (vídeos, cámaras) y ropa. Los asaltos fueron cometidos en viviendas de las calles de Paterna, Rocafort, Antonio Velasco, Transversal Sexta o Benimamet, entre otras.
En uno de los bloques, los asaltantes trabajaron con gran facilidad. De hecho, cometieron cinco robos en otros tantos pisos en menos de un mes y en el mismo portal. Las huellas descubiertas en una lata de coca-cola usada por los ladrones en una de las viviendas violentadas han conducido a la policía hasta este sospechoso, que ahora ya está preso en Soto del Real.
Accedía a los pisos mediante el procedimiento del escalo: es decir, a través de las ventanas que dan a los patios interiores de la finca. Muchas ventanas interiores quedan abiertas durante el día ante la creencia de que nadie accederá por ahí a sus casas. En este caso, los atracadores suben por las tuberías de desagüe.