Extrañas soluciones
¿Es necesario que un grupo de sufridos y desesperados usuarios agredan a un conductor de la empresa Llorente para que se solucione un conflicto que dura desde el pasado 2 de noviembre?
Paralelamente, los conductores de los trenes de cercanías de la zona noroeste mantienen paros laborales y huelga encubierta, sin cumplir los servicios programados y sin explicación y solución alguna por parte de la dirección de Renfe. ¿Será necesaria una actuación similar a la de la empresa Llorente por parte de los usuarios?
Sugiero que la próxima vez, los usuarios agredamos a los huelguistas a la...
¿Es necesario que un grupo de sufridos y desesperados usuarios agredan a un conductor de la empresa Llorente para que se solucione un conflicto que dura desde el pasado 2 de noviembre?
Paralelamente, los conductores de los trenes de cercanías de la zona noroeste mantienen paros laborales y huelga encubierta, sin cumplir los servicios programados y sin explicación y solución alguna por parte de la dirección de Renfe. ¿Será necesaria una actuación similar a la de la empresa Llorente por parte de los usuarios?
Sugiero que la próxima vez, los usuarios agredamos a los huelguistas a las 24 horas del comienzo del conflicto solucionando el problema rápidamente y evitando un gran quebranto económico por las horas de trabajo perdidas. En mi opinión, merecen un rotundo suspenso:
Conductores y dirección de la empresa Llorente, por su falta de voluntad en negociar.
Conductores y dirección de Renfe, por el mismo motivo.
Consorcio Regional de Transportes, Comunidad de Madrid y Ayuntamientos de los municipios involucrados por no tomar cartas en el asunto a su debido tiempo.
Medios de comunicación en general, por no hacerse eco a su debido tiempo de este tipo de problemas. Al parecer únicamente están interesados en repetir hasta el infinito las críticas, insultos y exabruptos que se dirigen respectivamente el PP y el PSOE, y que realmente nos avergüenzan y aburren soberanamente. Por mucho que quieran confundirnos, los políticos no están ahí para servir a la sociedad, sino para servirse a sí mismos.