OPINIÓN DEL LECTOR

Agradecimiento al 'graffitero'

Menos mal que, por fin, un artista -de especialidad sus graffitis- ha desplegado su poder didáctico para sacarme de mi ignorancia . Resulta que, según su carta del pasado día 31, Madrid está enfermo de hipocresía, y yo sin saberlo. Afortunadamente, como se deduce de su discurso, el problema tiene fácil remedio: que se producen atascos por las obras de la M-30, pues se pintarrajea una fachada. Que las listas de espera se prolongan más de lo tolerable, pues dale que te pego al spray. Que la vivienda está cara, pues se colorea lo que se tenga más a mano. Y en este plan.

Supon...

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Menos mal que, por fin, un artista -de especialidad sus graffitis- ha desplegado su poder didáctico para sacarme de mi ignorancia . Resulta que, según su carta del pasado día 31, Madrid está enfermo de hipocresía, y yo sin saberlo. Afortunadamente, como se deduce de su discurso, el problema tiene fácil remedio: que se producen atascos por las obras de la M-30, pues se pintarrajea una fachada. Que las listas de espera se prolongan más de lo tolerable, pues dale que te pego al spray. Que la vivienda está cara, pues se colorea lo que se tenga más a mano. Y en este plan.

Supongo que a mayor gravedad del problema, mayor alcance de la acción del artista. Es decir: que los accidentes laborales se incrementan, gran pintada a siete colores en la fachada del ministerio de la cosa; que no se llega a un acuerdo para desbloquear el Estatut, se cubren con el adecuado gotelé los leones de las Cortes.

Sin embargo, debo confesar que su mensaje se me queda corto. No explica cómo distinguir entre firmas que deslucen y movimiento artístico, ni tampoco qué lienzos deben considerarse adecuados y cuáles no. Así que ahora estoy hecho un lío porque no sé si debo admirar o rechazar los garabatos que adornan el monumento a la Constitución, los colorines con los que se ha cubierto la histórica valla de la Casa de Campo, los trazos de pintura que invaden los Jardines de Sabatini, y el maquillaje de tantos espacios madrileños objeto de atención de los graffiteros. Lo dicho, gracias por la lección, aunque sea incompleta.

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