Temor en Telefónica a que Renault castigue a Alonso en 2006
Por poco menos de 12 millones de euros anuales -casi dos para el piloto, 10 para la escudería-, Teléfonica ha conseguido la nada despreciable gesta de colocar su logotipo en el bólido y en el casco de un campeón mundial de fórmula 1. Mientras este hecho provocaba envidia en otras grandes empresas con aspiraciones de globalidad, en el fondo dejaba bastante fría a la gente de la compañía española, que no ha reaccionado con gran pesar a la noticia de que en 2007 Fernando Alonso dejará Renault por McLaren, o lo que es lo mismo, Telefónica por Vodafone, empresa británica de telefonía competidora di...
Por poco menos de 12 millones de euros anuales -casi dos para el piloto, 10 para la escudería-, Teléfonica ha conseguido la nada despreciable gesta de colocar su logotipo en el bólido y en el casco de un campeón mundial de fórmula 1. Mientras este hecho provocaba envidia en otras grandes empresas con aspiraciones de globalidad, en el fondo dejaba bastante fría a la gente de la compañía española, que no ha reaccionado con gran pesar a la noticia de que en 2007 Fernando Alonso dejará Renault por McLaren, o lo que es lo mismo, Telefónica por Vodafone, empresa británica de telefonía competidora directa de Movistar -Telefónica- en el mercado mundial de telefonía móvil.
"Lo que no quiere decir que no nos sintamos un poco con el paso cambiado", dicen fuentes cercanas a Telefónica, que no ha tenido ninguna reacción oficial. "Sobre todo nos preocupa la posibilidad de que, dado que la ruptura con Renault no ha sido amistosa, la escudería castigue a Alonso con un coche menos competitivo en 2006, lo que perjudicaría nuestra inversión".
En diciembre de 2003 Telefónica, Renault y Alonso llegaron a un acuerdo de patrocinio por tres años, hasta diciembre de 2006, con la escudería de Briatore y de cinco años con el piloto asturiano, supeditados a su permanencia en Renault. Así, en enero de 2007, Alonso quedará libre de toda vinculación con Telefónica, que tampoco seguirá con Renault.
Telefónica ya había anunciado a mediados de este año su decisión de replantearse su política de patrocinios deportivos, abandonando su inversión en el Mundial de motociclismo. "De la F-1 lo que sacamos es notoriedad, pero poco valor añadido más", señalan las mismas fuentes.