ERC y CiU se alían y tendrán la llave para poder retirar el Estatut de las Cortes

El nuevo reglamento del Parlament, que regula la retirada, frenado por un error de Esquerra

El Gobierno catalán se mostró ayer dividido en el Parlament en la votación que debía decidir cuál será la mayoría necesaria para una eventual retirada del Estatut durante su trámite en las Cortes. El tripartito y CiU se comprometieron en septiembre a no retirar el texto si no contaba con el beneplácito de los cuatro grupos que lo aprobaron en Cataluña. Sin embargo, republicanos y convergentes ha acordado que en el nuevo reglamento del Parlament, que debía aprobarse ayer, figure que esta mayoría sea sólo del 51% de los diputados, la mayoría absoluta.

Sin embargo, lo que en principio debí...

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El Gobierno catalán se mostró ayer dividido en el Parlament en la votación que debía decidir cuál será la mayoría necesaria para una eventual retirada del Estatut durante su trámite en las Cortes. El tripartito y CiU se comprometieron en septiembre a no retirar el texto si no contaba con el beneplácito de los cuatro grupos que lo aprobaron en Cataluña. Sin embargo, republicanos y convergentes ha acordado que en el nuevo reglamento del Parlament, que debía aprobarse ayer, figure que esta mayoría sea sólo del 51% de los diputados, la mayoría absoluta.

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Sin embargo, lo que en principio debía ser una severa derrota del Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) -socios gubernamentales de Esquerra- resultó un fiasco por una equivocación de los republicanos a la hora de votar. El error del diputado de Esquerra Republicana (ERC) encargado de marcar el sentido de la votación a sus compañeros de filas -Miquel Àngel Estradé- provocó que 18 de los 23 representantes republicanos votaran en contra de las tesis de su propio partido.

El panel que en el hemiciclo reproduce el resultado de las votaciones no dejaba lugar a dudas: un claro 65-66 que daba al traste con la maquinación de ERC y Convergència i Unió (CiU), y los votos a favor del Partido Popular.

Lo que sucedió a continuación fue un gran lío. El portavoz socialista, Miquel Iceta, proclamaba: "Carta sobre la mesa, pesa". El republicano Joan Ridao reclamaba insistentemente la repetición de la votación. Y alrededor del presidente de la Cámara, Ernest Benach, se arremolinaban los miembros de la mesa, Ridao y el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod Rovira, para ver cómo salían del embrollo. El republicano Miquel Àngel Estradé, mientras, no paraba de pedir perdón por el desaguisado.

La confusión de Esquerra pudo deberse porque en la anterior votación lo hicieron contra una enmienda socialista que preveía la retirada del polémico artículo que faculta a la mayoría absoluta de los parlamentarios a retirar el proyecto de Estatut de las Cortes.

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La práctica parlamentaria impide repetir una votación. Convergència y Esquerra habían perdido una mano de la partida. Pero la alegría en las filas socialistas y de Iniciativa duró poco. Al final, a la hora de la votación de la totalidad del proyecto se volvió a repetir la alianza: republicanos, convergentes y populares se abstuvieron. El número de abstenciones, por tanto, era superior a los votos afirmativos por lo que el proyecto quedó rechazado.

El proyecto, en comisión

¿Qué sucederá ahora? Pues, en teoría, el proyecto retorna a la comisión que, ante la premura de Esquerra Republicana y de Convergència i Unió por sacarlo adelante, ha sido convocada para hoy.

Si ningún grupo encuentra algún resquicio legal que pueda impedir la tramitación, el proyecto de nuevo reglamento de la Cámara -que agiliza los trámites parlamentarios e incrementa el control sobre el Ejecutivo- podría aprobarse en el pleno de la próxima semana. Iniciativa per Catalunya ya ha anunciado que hoy presentará un voto particular.

Los republicanos aseguran que, hasta el próximo jueves, aguantarán cualquier presión de sus compañeros del tripartito y mantendrán su posición respecto al polémico artículo. Esta circunstancia Convergència la pone en duda y teme un abandono de Esquerra.

Sin embargo, aunque el PSC se vea derrotado en el próximo pleno, no piensa arrojar la toalla. Miquel Iceta anunció ayer que su grupo pedirá amparo al Tribunal Constitucional si la reforma llega a aprobarse. Los socialistas, primero, alegan el compromiso alcanzado con Pasqual Maragall a finales de septiembre para que sólo los cuatro grupos que apoyaron el Estatut en el Parlament puedan retirarlo en las Cortes. Y segundo, consideran contradictorio que si el Estatut necesita dos tercios del Parlament para aprobarse, sólo se precise la mayoría absoluta para retirarlo del Congreso.

Ante las críticas socialistas, los republicanos responden que se mantienen fieles a lo pactado con Maragall en vísperas de la aprobación del Estatut en Cataluña.

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