Alejandro Sanz expone sus fotos de la gira 'No es lo mismo'

El músico y el fotógrafo Jaume de Laiguana destinarán los beneficios a Guatemala

Alejandro Sanz odia las postales, y por eso durante su gira No es lo mismo por Suramérica en 2004 tomó centenares de fotos. Sesenta y una de ellas se exponen hasta el domingo en la muestra Fotos de ida y vuelta del Paraninfo Norte de la Universidad Complutense de Madrid. El fotógrafo Jaume de Laiguana ha "maquillado" las imágenes. Ambos pretenden, con su venta o con su descarga en el móvil, recaudar dinero para Infancia Sin Fronteras. "He querido captar sensaciones del viaje y compartir estos lugares", afirmó ayer Sanz.

"En las giras llamamos viaje a salir de un sitio y l...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Alejandro Sanz odia las postales, y por eso durante su gira No es lo mismo por Suramérica en 2004 tomó centenares de fotos. Sesenta y una de ellas se exponen hasta el domingo en la muestra Fotos de ida y vuelta del Paraninfo Norte de la Universidad Complutense de Madrid. El fotógrafo Jaume de Laiguana ha "maquillado" las imágenes. Ambos pretenden, con su venta o con su descarga en el móvil, recaudar dinero para Infancia Sin Fronteras. "He querido captar sensaciones del viaje y compartir estos lugares", afirmó ayer Sanz.

"En las giras llamamos viaje a salir de un sitio y llegar a otro, cuando para mí el viaje ha sido siempre el intermedio: los trayectos de horas en un seiscientos Madrid-Cádiz", contó Sanz. Y llevado por la "rabia" de perderse cosas, optó por fotografiar con su cámara digital de cuatro megapíxeles lo que veía desde las ventanas de los hoteles, los aviones o los coches, aunque al final encuadró también desde otros ángulos.

"Es un homenaje a los primeros artistas españoles que fueron a América y que crearon los cantes de ida y vuelta".

Se confiesa un enamorado de Buenos Aires, pero sobre todo le ha prestado atención a Costa Rica -"por lo diferente que es la costa de la montaña"- y a Nueva York. Para él, Miami son las farolas -"puede que sean las palmeras del futuro"-; Río de Janeiro, un aparcamiento de bicis -"con un virado pastel que hace reconocible la ciudad"-, y Nueva York unos taxis que le recuerdan a Andy Warhol.

"Yo no sé nada de fotografía. Pongo el ojo en lo que creo que hay algo que ver y luego este hombre

le da la categoría", prosiguió. Han trabajado juntos en tres video-clips y Laiguana, escenógrafo de la gira, está encantado de su papel de "arreglista": "Te enriquece. Cada uno ha dado lo que le ha dado la gana, y luego hemos llegado a un punto en común".

Una carpa de 2.000 metros cuadrados acoge las fotos, que se venden a 3.000 euros cada una, con una edición limitada de tres copias. Además, los usuarios de Movistar, patrocinadora de la muestra, pueden descargarse en el móvil por 1,50 euros cada foto. La idea es exponerlas en galerías de otras ciudades españolas y latinoamericanas, pero por el momento es sólo un proyecto del que se informará en su página oficial (www.alejandrosanz.com).

Con el dinero la ONG Infancia Sin Fronteras quiere escolarizar y dar de comer a 1.000 niños en Guatemala hasta que cumplan 14 años. Preguntado Sanz, que tiene una hija, dijo no plantearse adoptar a ninguno -"hay que dedicarle tu vida y muchos famosos lo que hacen es adoptar a un niño y una niñera"-, pero sí apadrinar a unos cuantos y visitar el centro.

De sus proyectos tan sólo adelantó que trabaja en un álbum en inglés y otro en español, con mucha guitarra y la huella del reciente fallecimiento de su padre y su separación de Jaydy Mitchell: "Me siento bien. Todo el mundo pasa por estas experiencias y, claro, afectarán a mis discos".

Alejandro Sanz, en su exposición Fotos de ida y vuelta.EFE
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En