APUNTES

La Escuela de Ingenieros Industriales de la Politécnica elabora un código ético

Como cualquier otro colectivo profesional de médicos, ingenieros o periodistas, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Valencia ha elaborado su código ético, un documento que refleja "los criterios y principios de actuación del colectivo de la Escuela", señala el responsable del proyecto, el profesor en Ética Empresarial y Profesional de la universidad, Félix Lozano.

La idea surgió a raíz de las conversaciones del director de la Escuela y este doctor en Filosofía, autor también del código ético del colegio profesional. Tras un año de reco...

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Como cualquier otro colectivo profesional de médicos, ingenieros o periodistas, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Valencia ha elaborado su código ético, un documento que refleja "los criterios y principios de actuación del colectivo de la Escuela", señala el responsable del proyecto, el profesor en Ética Empresarial y Profesional de la universidad, Félix Lozano.

La idea surgió a raíz de las conversaciones del director de la Escuela y este doctor en Filosofía, autor también del código ético del colegio profesional. Tras un año de recogida de datos, entrevistas y encuestas con un centenar de profesores, una veintena de personas de la administración y alrededor de 120 alumnos, el código ha visto la luz. En él se concretan los valores compartidos por la organización puntualizando las conductas deseables y los comportamientos que nunca serían admitidos. Todo en aras de "fortalecer la cultura de una organización y mejorarla, sin retórica y con compromisos concretos", explica Lozano. Los seis valores en los que se sustenta el código son la libertad, el respeto, el diálogo, la responsabilidad, la integridad y el compromiso, unas conductas que se proponen "sin prohibiciones, ni imposiciones" a profesores, investigadores, personal y estudiantes. Los criterios de articulación de estos valores se inspiran en los principios de ética cívica de Adela Cortina.

El código ético propone entre otros principios: fomentar la libertad de cátedra, investigación y estudio; reconocer el trabajo sin apropiarse de materiales y documentos de otros colegas sin su consentimiento; no divulgar nunca información privada y confidencial; utilizar los canales institucionales establecidos para expresar denuncias, quejas o críticas y ser transparentes en los procesos de toma de decisiones. Una vez aprobado se inicia la fase de difusión, para la que se creará una comisión ética con carácter consultivo. Lozano concluye que hasta ahora las universidades disponen de la figura del defensor universitario, encargado de supervisar las actividades universitarias para que queden garantizados los derechos, pero por lo que ha indagado "no existen códigos de este tipo".

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