Reportaje:

El Parlamento de 'Andaluña'

La Cámara autonómica ha debatido en 13 ocasiones sobre Cataluña, 11 defendidas por el PP

A finales de los años setenta, el semanario Cambio 16 acuñó el término cataluces para definir a la incipiente clase política catalana procedente de la emigración andaluza. En esa época, el malagueño Eduardo Martín Toval contribuyó al nacimiento del Partit dels Socialistes de Cataluña (PSC), que ahora lideran el cordobés José Montilla o la onubense Manuela de Madre.

Una treintena de años después no se registra un fenómeno a la inversa -¿acaso se puede hablar de andalanes?-, aunque el grupo parlamentario popular, con el contenido de sus iniciativas, parece querer convertir e...

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A finales de los años setenta, el semanario Cambio 16 acuñó el término cataluces para definir a la incipiente clase política catalana procedente de la emigración andaluza. En esa época, el malagueño Eduardo Martín Toval contribuyó al nacimiento del Partit dels Socialistes de Cataluña (PSC), que ahora lideran el cordobés José Montilla o la onubense Manuela de Madre.

Una treintena de años después no se registra un fenómeno a la inversa -¿acaso se puede hablar de andalanes?-, aunque el grupo parlamentario popular, con el contenido de sus iniciativas, parece querer convertir el Parlamento de Andalucía en el de Andaluña. En lo que va de la VII Legislatura, la Cámara autonómica ha debatido en 13 ocasiones de asuntos en los que el núcleo argumental ha sido Cataluña, 15 si se tiene en cuenta el desarrollo del debate de totalidad del proyecto de ley de Presupuestos de la Junta para 2006 y la pregunta sorpresa que la presidenta del grupo popular, Teófila Martínez, formuló en la última sesión de control al presidente andaluz, Manuel Chaves.

El PSOE afirma que los populares "hacen dejación" de su tarea de control al Gobierno
El PP dice que el PSOE está "incómodo" con el debate del Estatuto catalán

Prácticamente desde que se constituyó el Parlamento tras las elecciones del 14 de marzo, el PP no ha dejado de pivotar su oposición al Gobierno andaluz con la palabra Cataluña en la boca: primero fue con motivo de la paralización del trasvase del agua del Ebro a Almería; luego por una declaración del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en la que comparaba su situación política a la de "una mujer maltratada"; y a partir del pasado mes de abril por temas relacionados con el debate territorial y el proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía catalán.

De esas 13 iniciativas, 11 llevaban la firma del PP: una pregunta oral en comisión, siete en pleno (cinco de ellas dirigidas al presidente de la Junta) y tres proposiciones no de ley. Las otras dos fueron suscritas por PSOE e Izquierda Unida.

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Algunos observadores no dudan en calificar esta estrategia como síntoma de "una obsesiva patología parlamentaria", la cual denota, según estas fuentes, que el PP de este modo cree que "va a ganar más votos hablando de Cataluña que de los andaluces".

En la última sesión de control, la teórica líder del PP en el Parlamento, Teófila Martínez, tenía registrada una pregunta a Chaves sobre la ejecución del presupuesto andaluz, pero la que verbalizó no tenía nada que ver con la original y la transmutó en otra sobre la repercusión del Estatuto catalán en las cuentas autonómicas. Fuentes del PP aseguran que ese "error" se produjo porque el presidente del PP, Javier Arenas, ordenó en el último momento cambiar la pregunta, pero en el grupo popular nadie la incluyó en el Registro de la Cámara. Según esta versión, Martínez creyó que el trámite de sustitución estaba hecho. Sólo cuando escuchó a un perplejo Chaves reprocharle el viraje, cayó en la cuenta de la pifia, pero ya sin tiempo para rectificar. De hecho en su réplica, Martínez dejó reposar en su pupitre la intervención que llevaba preparada y sostuvo en la mano un folio en blanco.

Además de practicar la ventriloquia parlamentaria, Martínez dejó al descubierto, a juicio del portavoz socialista, Manuel Gracia, que el PP andaluz "subordina su acción a la estrategia nacional" y "coloca al Parlamento andaluz al servicio de los intereses de otra comunidad, renunciando a tener un proyecto político propio para Andalucía". Según Gracia, los conservadores andaluces "hacen dejación" de su tarea de control al Gobierno, al preocuparse más de la política catalana que "de la situación cotidiana de los andaluces".

El portavoz del PP, Antonio Sanz, replica: "Lo sorprendente es que algunos que durante ocho años han hablado de política nacional en el Parlamento de Andalucía, donde el 85% de las iniciativas eran contra el Gobierno de la nación, ahora se rasguen las vestiduras diciendo que es un insulto al Parlamento si se trae una iniciativa que hable del Estatuto de Cataluña. Cada uno es libre de traer al Parlamento lo que considere oportuno. Mientras que persista la amenaza para los intereses de Andalucía del Estatuto de Cataluña, el PP va a seguir trayendo iniciativas todos los plenos en defensa de los intereses de Andalucía. Es nuestra obligación".

El PP considera que el PSOE andaluz se siente "incómodo" con el debate del Estatuto de Cataluña y que por eso es columna vertebral de su discurso autonómico. De hecho, la formación que preside Javier Arenas estima que los datos que arrojan las últimas encuestas conocidas (La Vanguardia o el CIS), en las que las distancias entre el PSOE y el PP son muy estrechas, sólo se pueden entender si hay una remontada de los populares en Andalucía, comunidad en la que se desplomó en 2004.

Sanz afirma que el hecho de el PP centre su discurso en el Estatuto catalán no le está distrayendo la tarea de control al Gobierno y, en este sentido, presume de que su grupo "sostiene el 85% de las iniciativas que se registran en el Parlamento". "Está más que justificado que el PP lleve esos debates a la Cámara. El PP cuenta en este debate con la mayoría de la sociedad", afirma el portavoz parlamentario del PP.

Esta impresión tendrá su prueba del algodón cuando se conozcan los próximos sondeos sobre intención de voto en la comunidad, entre otros el que realiza el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA), que ahora está trabando en su encuesta anual.

Otro efecto de la estrategia del PP es que pone en evidencia su soledad en el Parlamento. Fuentes parlamentarias destacan que desde que se firmó el acuerdo del llamado impulso democrático entre PSOE, IU y PA, estas dos últimas organizaciones han intentado desmarcarse de los socialistas para subrayar su autonomía, alternativa y perfil propio, pero el debate reiterado sobre el Estatuto catalán lo que está provocando es (como ya ocurriera en la anterior legislatura con el decretazo o la invasión de Irak) unir a la izquierda.

Prueba de ello es que la portavoz de IU, Concha Caballero, recibió aplausos de los bancos socialistas, cuando en el último pleno reprochó a los populares: "Han decidido que este Parlamento tenga, como un punto del orden del día sistemático, la persona del señor Carod Rovira o la gestión del Gobierno catalán (...) Están pasando del ridículo y convirtiéndose en un verdadero esperpento (...).Han cogido los héroes clásicos del españolismo más rancio, que entronca con el Cid, y lo han pasado a pasear por el Callejón del Gato, y están llevando, como consecuencia, este tipo de propuestas políticas ante el Parlamento de Andalucía".

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