La Iglesia catalana tuvo en 2004 un déficit de 1,5 millones de euros

Los obispos admiten gestiones para suavizar la línea de la COPE

Las 10 diócesis catalanas perdieron en 2004 más de 1,5 millones de euros, y para paliar este déficit, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, solicitó ayer que la asignación del IRPF que recibe la Iglesia pase del 0,5% actual al 0,8%. Martínez Sistach lamentó la línea editorial de la cadena COPE, y reconoció que está haciendo gestiones para que "vaya acompañada del respeto a las personas y a las instituciones".

Martínez Sistach pidió al Gobierno central que suba la asignación tributaria que la Iglesia recibe de los contribuyentes, y que se incremete al 0,8% como mínimo. En co...

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Las 10 diócesis catalanas perdieron en 2004 más de 1,5 millones de euros, y para paliar este déficit, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, solicitó ayer que la asignación del IRPF que recibe la Iglesia pase del 0,5% actual al 0,8%. Martínez Sistach lamentó la línea editorial de la cadena COPE, y reconoció que está haciendo gestiones para que "vaya acompañada del respeto a las personas y a las instituciones".

Martínez Sistach pidió al Gobierno central que suba la asignación tributaria que la Iglesia recibe de los contribuyentes, y que se incremete al 0,8% como mínimo. En consecuencia, "sería innecesario recibir el complemento actual de los presupuestos del Estado", afirmó. El arzobispo barcelonés se mostró partidario de conseguir que la Iglesia catalana se "autofinancie", ya sea mediante de las aportaciones de los fieles a través del IRPF o por colectas o donaciones. Pese a estas intenciones, las 10 diócesis catalanas perdieron en 2004 más de 1,5 millones de euros.

La institución prevé que el déficit siga subiendo en los próximos años, reconoció el arzobispo. Una de las causas que lo explica es la división del Arzobispado de Barcelona en tres diócesis: Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat. Pese a ello, Martínez Sistach declaró que si la disgregación "contribuye a que el ministerio del obispo y el trabajo de los curas sea más fecundo, bienvenido sea el déficit".

El nuevo delegado de economía del Arzobispado de Barcelona, Antoni Matabosch, anunció que prevé realizar auditorías para conocer su estado presupuestario y patrimonial. Església Plural, colectivo cristiano de base, ya pidió una auditoría en su último boletín electrónico y que, además, esta inspección se haga pública.

"Libertad de expresión"

El arzobispo de Barcelona reconoció contactos con sus homólogos del resto del país para conseguir suavizar la línea editorial de la cadena COPE, la emisora institucional de la Conferencia Episcopal Española. Martínez Sistach pidió que "la libertad de expresión [en la programación de la COPE] vaya acompañada en sus formas y contenidos del respeto a las personas y a las instituciones"

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Martínez Sistach también alentó a los católicos catalanes a participar en la manifestación que se celebrará en Madrid el próximo sábado en contra de la Ley Orgánica de Educación (LOE) que prepara el Ejecutivo del PSOE. "La Iglesia no renunciará a cuestiones innegociables" como el derecho de los padres a decidir la formación moral y religiosa y la libertad de enseñanza", sentenció.

El arzobispo pidió que la legislación de educación "no dependa del partido político que está en el Gobierno", y relacionó los disturbios que se viven en Francia -un país que "relega la religión al ámbito privado"- con la necesidad de ofrecer en las escuelas públicas una asignatura de religión confesional. Martínez Sistach alertó de la "incultura religiosa" que existe entre la juventud, pese a que el 80% de los alumnos en España estudian religión católica en las escuelas.

La LOE sigue obligando a los centros públicos a ofrecer una materia optativa de religión confesional católica, protestante, musulmana y judía. En la práctica, únicamente está implantada la oferta católica. El proyecto de reforma educativa del PP -la Ley de Calidad de la Enseñanza-, que era aplaudido por la jerarquía eclesiástica, establecía que la religión fuera obligatoria, con una alternativa de cultura religiosa para los alumnos que no estudiaran la asignatura confesional. La LOE no prevé la alternativa, hecho que desaprueban los obispos.

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