El método 'Chevalier'
Maurice Chevalier se dio cuenta antes que nadie: basta un final apoteósico y, el resto, como si el cantor se queda dormido. Véase el recital ofrecido por Chick Corea el sábado. El pianista, un tanto perdido en sí mismo, se ha comprado el mejor acompañamiento con el que uno puede soñar. Se lo pasa bomba tocando con ellos y, ellos, tocando la música que el de Massachusetts ha escrito para ellos, inspirada en las "noches de Arabia" (sic).
El problema es para la audiencia, que tiene notorias dificultades en seguir el revirado argumento. Así, la noche transcurría con más pena que glor...
Maurice Chevalier se dio cuenta antes que nadie: basta un final apoteósico y, el resto, como si el cantor se queda dormido. Véase el recital ofrecido por Chick Corea el sábado. El pianista, un tanto perdido en sí mismo, se ha comprado el mejor acompañamiento con el que uno puede soñar. Se lo pasa bomba tocando con ellos y, ellos, tocando la música que el de Massachusetts ha escrito para ellos, inspirada en las "noches de Arabia" (sic).
El problema es para la audiencia, que tiene notorias dificultades en seguir el revirado argumento. Así, la noche transcurría con más pena que gloria hasta que el líder accionó el botón y surgieron Auxi Fernández y Tomasito. Fue salir ambos y darse la vuelta a la tortilla: del bostezo al delirio medió un desplante de Tomasito, que para chulo, él. Olvidadas sus noches arábigas, Corea se puso el traje de turista accidental y, si el asunto podía resultar incongruente, daba lo mismo. Eso era lo que el público había venido a escuchar: el Corea de charanga y pandereta.
Chick Corea & Touchstone
Chick Corea, piano; Jorge Pardo, saxo y flautas; Carles Benavent, bajo; Rubem Dantas, percusión; Tom Brechtlein, batería; Auxi Fernández, Tomasito, baile 6 de noviembre. Centro Cultural de la Villa, Madrid.