El efecto del 'caso Miriam' sobre los viajeros del metro

El ataque a una joven incita a la cautela

El comportamiento de muchos viajeros del metro ha cambiado desde hace 13 días: no se arriman al borde del andén, sino que prefieren esperar a que el convoy se haya detenido antes de acercarse a las puertas. Quizás en el subconsciente colectivo está aún demasiado reciente el ataque que Miriam Alonso, de 20 años, sufrió el pasado día 4, cuando sufrió la amputación de una pierna tras ser arrojada a las vías de la estación de Carabanchel por un hombre de 23 años.

"La gente tiene miedo, pero me imagino que con el paso del tiempo esa situación cambiará", dice Encarnación González, de 52 años,...

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El comportamiento de muchos viajeros del metro ha cambiado desde hace 13 días: no se arriman al borde del andén, sino que prefieren esperar a que el convoy se haya detenido antes de acercarse a las puertas. Quizás en el subconsciente colectivo está aún demasiado reciente el ataque que Miriam Alonso, de 20 años, sufrió el pasado día 4, cuando sufrió la amputación de una pierna tras ser arrojada a las vías de la estación de Carabanchel por un hombre de 23 años.

"La gente tiene miedo, pero me imagino que con el paso del tiempo esa situación cambiará", dice Encarnación González, de 52 años, vecina de Móstoles, que usa el metro una media de cuatro veces al día.

La red de Metro de Madrid (230 estaciones) es segura, según afirma la policía, que registra unas 50 denuncias cada día por robos.

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