Tribuna:Inversión | CONSULTORIO

Banca en línea

Las últimas semanas han puesto de manifiesto que la apuesta por la banca puramente on line se encontraba latente, pendiente de activación. Las principales entidades que operan por Internet en España nos han sorprendido con una novedosa batería de ofertas para captar los clientes interesados en este tipo de banca.

Clientes en su mayoría jóvenes, profesionales, habituados a las nuevas tecnologías, exigentes con sus ahorros y seguros de la viabilidad del modelo financiero que ofrecen estas entidades.

En unos casos, las ofertas han ido dirigidas a captar los clientes interesad...

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Las últimas semanas han puesto de manifiesto que la apuesta por la banca puramente on line se encontraba latente, pendiente de activación. Las principales entidades que operan por Internet en España nos han sorprendido con una novedosa batería de ofertas para captar los clientes interesados en este tipo de banca.

Clientes en su mayoría jóvenes, profesionales, habituados a las nuevas tecnologías, exigentes con sus ahorros y seguros de la viabilidad del modelo financiero que ofrecen estas entidades.

En unos casos, las ofertas han ido dirigidas a captar los clientes interesados en recibir las mejores retribuciones por constituir depósitos a plazo, con tipos entre el 6% y el 8% (cierto que por tiempo limitado); en otros, a recibir los servicios asociados a una cuenta corriente, transferencias, domiciliación de nóminas y recibos no sólo sin pagar comisiones, incluso recuperando un porcentaje del importe de los recibos domiciliados.

El total de los depósitos 'on line' superaba en marzo ligeramente el 2% del conjunto del sector, unos 16.000 millones de euros

En el año 2001, en pleno estallido de la burbuja tecnológica, se certificaba la defunción de un modelo de negocio cuya propuesta de valor se sustentaba en ofrecer una puerta de entrada a los servicios bancarios donde y cuando el cliente lo solicitara, sin someterse a servidumbres espaciales o de horario. Pero no sólo al llevar electrónicamente la banca al cliente en lugar de hacer que el cliente se trasladara físicamente a la oficina, sino ofreciendo los mejores precios del mercado y una gama de productos, propios o ajenos, difícilmente igualable, lo que entonces se denominó supermercado financiero. Durante estos últimos años, la banca puramente on line ha realizado su particular travesía del desierto, con adquisiciones y ventas, rediseños del modelo de negocio y cambios de nombre, pero no sin beneficios reales.

A marzo de 2005, el importe total de los depósitos on line superan ligeramente el 2% del conjunto del sector, por un importe conjunto superior a 16.000 millones de euros, lo que equivale al volumen de una de nuestras entidades de tamaño medio.

Marcela Villegas y Esteban Sánchez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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