Los forenses desconocen cuántos participaron en el asesinato de la niña de Almería

Los dos forenses que practicaron la autopsia de la niña Montserrat Fajardo, asesinada en Almería el 17 de marzo de 2002, cuando tenía siete años, explicaron ayer en el juicio contra los tres presuntos autores de la muerte que no podían precisar si el acto fue cometido por una o más personas. "No se puede afirmar ni excluir nada", declarón un forense ante un jurado popular. Además, detallaron que la niña fue quemada con un líquido corrosivo antes de asestarle un total de 36 puñaladas en la cara, el cuello y el tórax.

Los forenses explicaron que el cadáver presentaba el 80% de su cuerpo...

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Los dos forenses que practicaron la autopsia de la niña Montserrat Fajardo, asesinada en Almería el 17 de marzo de 2002, cuando tenía siete años, explicaron ayer en el juicio contra los tres presuntos autores de la muerte que no podían precisar si el acto fue cometido por una o más personas. "No se puede afirmar ni excluir nada", declarón un forense ante un jurado popular. Además, detallaron que la niña fue quemada con un líquido corrosivo antes de asestarle un total de 36 puñaladas en la cara, el cuello y el tórax.

Los forenses explicaron que el cadáver presentaba el 80% de su cuerpo afectado por quemaduras. De las 36 puñaladas contabilizadas en el cuerpo, cuatro afectaron a órganos vitales.

Uno de los forenses afirmó que "el conjunto de las cuatros puñaladas, el choque neurológico y la no asistencia médica produjeron la muerte" de la niña. Precisó que, en el caso de niños de esa edad, tan sólo la aplicación del líquido corrosivo en una superficie tan amplia del cuerpo pude producir el fallecimiento.

En cuanto a la hora de la muerte de Montserrat Fajardo, señalaron que tuvo lugar entre "las 18.00 y las 22.00" del 17 de marzo de 2002. También dieron a conocer que la niña tenía hematomas y heridas de cortes en las manos cuando "asió el cuchillo para defenderse" y que a la altura del mentón se percibió "un corte con una tijera". Los forenses tampoco pudieron sentenciar si en el crimen se emplearon una o varias armas.

Los forenses sí apuntaron que ninguna de las armas blancas entregadas tras el registro de la casa de Juana Santiago fueron utilizadas en el asesinato.

Las explicaciones de los especialistas estuvieron acompañadas por diapositivas. Uno de los miembros del jurado popular se mareó durante la narración de los forenses.

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