Las fuertes lluvias obligan a volver a convocar al comité de emergencias de Córdoba

Unas 450 salidas han realizado los servicios de emergencias municipales de Córdoba desde el martes a consecuencia de la tromba que dejó 86 litros por metro cuadrado en sólo cuatro horas. Ayer, los vecinos y bomberos intentaban retirar el lodo y el agua acumulados en bajos y aparcamientos. Por la tarde, volvió a llover con intensidad, aunque no con tanta fuerza como el día anterior. El comité de emergencias, que estuvo reunido hasta las dos de la madrugada del martes, se constituyó de nuevo para intentar que el agua no deshiciera los trabajos de achique de la noche anterior.

La mañana de...

Unas 450 salidas han realizado los servicios de emergencias municipales de Córdoba desde el martes a consecuencia de la tromba que dejó 86 litros por metro cuadrado en sólo cuatro horas. Ayer, los vecinos y bomberos intentaban retirar el lodo y el agua acumulados en bajos y aparcamientos. Por la tarde, volvió a llover con intensidad, aunque no con tanta fuerza como el día anterior. El comité de emergencias, que estuvo reunido hasta las dos de la madrugada del martes, se constituyó de nuevo para intentar que el agua no deshiciera los trabajos de achique de la noche anterior.

La mañana de ayer se empleó en intentar limpiar el reguero de lodo y aguas estancadas que dejó la tromba caída la tarde del martes en Córdoba capital, donde se registraron 86 litros por metro cuadrado sólo en cuatro horas, entre las 15.00 y las 19.00. A las 16.00, el comité de emergencias del Ayuntamiento se tuvo que volver a reunir ante la llegada de nuevas lluvias, aunque de menor intensidad que las del día anterior, según explicó José Antonio Cabanillas, teniente de alcalde delegado de Seguridad. El objetivo era que el trabajo de achique realizado por los servicios municipales no se fuera al traste. Los servicios de emergencias del Ayuntamiento han realizado unas 450 salidas relacionadas con la tormenta.

Uno de los barrios más afectados por la tromba del martes fue el de la Fuensanta. Los vecinos ya están acostumbrados a los grandes charcos que se forman es sus calles cuando la lluvia aprieta. Pero pocos recordaban unas inundaciones así. El cura de la parroquia de la Fuensanta, Antonio Navarro, sostuvo ayer que en sus más de 50 años como responsable de esta iglesia del siglo XV nunca había entrado el agua dentro. Y el martes entró, cubrió un palmo de suelo y se quedó a los pies del altar. Fuera, hombres y mujeres se afanaban en intentar retirar el lodo de los portales con escobas y cubos. Diego Romero, un vecino del barrio que se calzó sus botas de agua a primera hora de la mañana, observaba cómo los bomberos, con ayuda de un camión autobomba, sacaban el líquido acumulado en un aparcamiento. Indicó que el agua "subió unos 50 centímetros". Según este vecino, dentro del aparcamiento, habría medio centenar de vehículos. Romero se preguntaba quién iba a pagar los posibles desperfectos.

Cabanillas dijo ayer que las autoridades municipales no recibieron información precisa previa a la llegada del temporal. El aviso que se les trasladó no reflejaba el peligro real de la tromba, según su opinión.

Sin embargo, el PP culpó a la alcaldesa de la ciudad de las consecuencias de la tormenta. En un comunicado, la concejal María Antonia Cuadrado dijo "que Rosa Aguilar rechazó aplicar medidas preventivas para desatascar las alcantarillas, tal y como propuso el grupo municipal popular". "Es cierto que los 86 litros por metro cuadrado que se registraron pueden provocar inundaciones en puntos concretos de Córdoba", afirmó la concejal, "pero es inadmisible que la ciudad quedara prácticamente anegada con problemas importantes en barrios tan alejados como la Fuensanta, el Sector Sur, el Parque Figueroa y el Brillante".

Cabanillas, por su parte, dijo que las alcantarillas estaban "limpias" y que el problema fue la enorme cantidad de agua: "No niego que alguna puntualmente por el viento tuviera hojas, pero en general estaban limpias porque existe un servicio regular de limpieza a partir de otoño".

Cortes de carretera en Jaén

En la provincia de Jaén, las fuertes lluvias de las últimas horas, fundamentalmente en la tarde del martes, provocaron el corte de cuatro carreteras, aunque las precipitaciones han supuesto un alivio para la cosecha de olivar, especialmente el de secano, que empezará recogerse en un mes y medio. Además, la lluvia ha deslucido el inicio de la feria de San Lucas de la capital jiennense, que se prolongará hasta el próximo día 18, informa Ginés Donaire.

Los mayores problemas se produjeron en la carretera autonómica A-305, en el término municipal de Arjona, a consecuencia del desbordamiento del Arroyo Salado como consecuencia de la tromba de agua caída la tarde del martes, donde llegaron a registrarse más de 53 litros por metro cuadrado. La vía quedó cortada por el barro y el lodo. Además, otras tres carreteras de la red provincial se cortaron al tráfico por los mismos motivos.