Entrevista:JOSÉ EMILIO PACHECO | Ganador del II Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca | Signos

"Seguramente, hay 10 poetas importantísimos en cada uno de los países hispanoamericanos"

Apenas unas horas después de ganar el II Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada- Federico García Lorca, el de mayor dotación económica (50.000 euros) que reconoce la trayectoria de poetas en lengua española, José Emilio Pacheco se mostraba desde su residencia en Ciudad de México "ilusionado y agradecido" por unir su nombre al del universal poeta granadino. Nacido en 1939, desde muy joven comenzó a ser reconocido como una de las voces más importantes de su país. En los años cincuenta ya figuraba en diversas antologías al lado de los más grandes poetas de América. Premio Nacional de Po...

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Apenas unas horas después de ganar el II Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada- Federico García Lorca, el de mayor dotación económica (50.000 euros) que reconoce la trayectoria de poetas en lengua española, José Emilio Pacheco se mostraba desde su residencia en Ciudad de México "ilusionado y agradecido" por unir su nombre al del universal poeta granadino. Nacido en 1939, desde muy joven comenzó a ser reconocido como una de las voces más importantes de su país. En los años cincuenta ya figuraba en diversas antologías al lado de los más grandes poetas de América. Premio Nacional de Poesía en México y Premio Iberoamericano Pablo Neruda en el año del centenario del escritor chileno, acaba de publicar en España una antología de sus poemas titulada En resumidas cuentas (Visor).

Pregunta. ¿Qué supone para usted incorporar a su biografía el nombre de Federico García Lorca?

Respuesta. Un gran honor y una sorpresa inmensa. No tenía esperanza de nada porque leí una nota que hablaba de los finalistas. Estaba seguro de no tener ninguna posibilidad ante ellos. Llegué a la poesía de Lorca a los 11 o 12 años, por el Romancero gitano. Me descubrió la poesía moderna en una forma, el romance, a la que estaba habituado desde pequeño como todos los mexicanos. Sin embargo, si tuviera que destacar alguna obra sería Poeta en Nueva York, que es, con Residencia en la tierra, de Pablo Neruda, Sobre los ángeles, de Rafael Alberti, y La destrucción o el amor, de Vicente Aleixandre, la cumbre de la poesía surrealista en cualquier idioma.

P. El jurado del premio ha destacado su "exigencia creativa". ¿Hasta qué punto llega su dedicación personal a la poesía?

R. Respecto a la dedicación, se produjo una coincidencia que revelo por vez primera. No le había dicho a nadie que el premio me llega como si quisiera conmemorar sin saberlo mi largo medio siglo de escribir. Mi primer artículo estudiantil de hace 50 años fue una larga necrología de José Ortega y Gasset. Al año siguiente, en 1956, publiqué mis primeros poemas. Como decía Goya, sigo aprendiendo.

P. ¿Quién es el poeta?

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R. El poeta es alguien muy diferente de la persona. Sólo se es poeta (y eso unas pocas veces en la vida) cuando se escribe un poema. A estas alturas, todavía no sé quién habla en los versos. Esa voz no tiene nada que ver con la voz de la persona común y corriente que vive una existencia como todas las demás.

P. El año pasado el premio lo recibió Ángel González, un poeta al que ha declarado sentirse próximo.

R. Me siento muy próximo a los poemas de Ángel González, aunque desde luego muy lejos de su maestría. Él es un ejemplo de lo que dije antes: un poeta trágico y sombrío y al mismo tiempo una de las personas más alegres, simpáticas y encantadoras que existen.

P. ¿Qué puede hacer la poesía en un mundo como el actual?

R. Por desgracia, la poesía no puede cambiar el mundo. Por su parte, el mundo cambia una y otra vez a la poesía.

P. ¿Se puede "prender fuego al desastre"?

R. Sólo en la imaginación, sólo en la página. El desastre se nos impone de la manera más aterradora: no acabamos de lamentar lo ocurrido en Nueva Orleans cuando el ciclón arrasa el sur de México y parte de Centroamérica. Nos estamos doliendo del tsunami fluvial que destruye Tapachula, en la frontera guatemalteca, cuando sucede el cataclismo en el Medio Oriente. Ante todo ello ¿qué puede hacer un poema?

P. ¿Existe comunicación entre las dos orillas de nuestra lengua?

R. Sólo en cuanto a relaciones personales. Los libros de poemas no tienen ninguna circulación comercial a diferencia de algunas novelas. Es una ventaja inmensa escribir en lengua española (no sólo castellana: el español de América está hecho de todos los idiomas peninsulares y de las aportaciones indígenas) pero también significa que no podemos exigir a España que conozca todas nuestras literaturas. Seguramente en 2005 hay por lo menos 10 poetas importantísimos en cada uno de los países hispanoamericanos: 200 nombres y 200 obras no pueden estar presentes en la mente de nadie.

P. Ha dicho Mario Benedetti que su poesía dialoga con la porción más veraz, más cuestionadora y por fortuna más humana de nosotros mismos.

R. Mario Benedetti ha sido durante 40 años un juez de una generosidad incomparable con lo que escribo.

P. También han escrito sobre usted que sufre las dolencias del mundo como propias. ¿Cuáles son las mayores dolencias de nuestro mundo?

R. Realmente son innumerables y están a la vista de todos: la violencia, la miseria, la destrucción de la naturaleza. Sin embargo, subrayaría como común denominador el odio y la crueldad. Siempre recuerdo a Tennessee Williams: "El único pecado imperdonable es la crueldad".

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