Barcelona aumenta las conexiones internacionales y alcanza los 75 destinos

Iberia, cuyo plan director para ser más productiva incluye la reducción de rutas poco rentables sin más precisiones y que el mes pasado puso en el punto de mira las que parten de Barcelona, cubre el 28% de los vuelos internacionales de El Prat. El peso de la empresa va disminuyendo a medida que otras compañías, principalmente las de bajo coste, desean utilizar el aeropuerto como base de operaciones. El Prat contabiliza 1.382 salidas semanales a destinos internacionales. Barcelona conecta de forma directa con 75 ciudades de distintas partes del mundo, en buena parte mediante aerolíneas de bajo ...

Iberia, cuyo plan director para ser más productiva incluye la reducción de rutas poco rentables sin más precisiones y que el mes pasado puso en el punto de mira las que parten de Barcelona, cubre el 28% de los vuelos internacionales de El Prat. El peso de la empresa va disminuyendo a medida que otras compañías, principalmente las de bajo coste, desean utilizar el aeropuerto como base de operaciones. El Prat contabiliza 1.382 salidas semanales a destinos internacionales. Barcelona conecta de forma directa con 75 ciudades de distintas partes del mundo, en buena parte mediante aerolíneas de bajo coste.

Las principales capitales europeas son las que más número de vuelos registran. Los destinos a Milán, Bruselas, Londres, Roma y París se cubren con cuatro compañías distintas. Les siguen Amsterdam, Lisboa, Copenhague, Estocolmo, Ginebra y Venecia, con tres aerolíneas que realizan el vuelo desde Barcelona. En buena parte de los casos, las compañías de bajo coste han entrado en este segmento de negocio.

El porcentaje de vuelos internacionales que cubre Iberia -el 28%, con un total de 384 vuelos semanales- se va recortando paulatinamente con la incorporación de nuevas compañías que desean utilizar la principal plataforma catalana como punto de operaciones. La última se ha sumado esta semana: Aerolíneas Argentinas ha estrenado su primer vuelo que conecta El Prat con la ciudad de Buenos Aires. De los 75 destinos que se alcanzan desde El Prat, Iberia realiza 27, si bien sólo se erige como único operador en el caso de las conexiones con Bolonia, Niza, Turín y Hannover.

Interés por Barcelona

La apuesta de esta compañía ha sido una nueva muestra de que Barcelona empieza finalmente a despertar interés como punto de salida de vuelos intercontinentales, servicio del que históricamente ha cojeado, ya que, hasta hace poco, era imprescindible en todos los casos dirigirse a Madrid o realizar escala en otras ciudades europeas.

No obstante, en el último año el aeropuerto ha apretado el acelerador en la carrera para alcanzar nuevos destinos lejanos. A los vuelos regulares durante el año a Atlanta y Nueva York, con Delta Airlines, y Filadelfia, con US Air, se han sumado recientemente los de Shanghai, con las compañías Air Plus Comet y Air Europa. El último destino en quedar cubierto ha sido el mencionado de Buenos Aires, con Aerolíneas Argentinas. La compañía de bajo coste Air Madrid tiene previsto volar próximamente a nuevas ciudades latinoamericanas que engrosarían la lista de destinos intercontinentales.

Tras el impulso de los vuelos internacionales desde El Prat está la actuación del comité de rutas, un organismo al que pertenecen el Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno catalán, además de algunas organizaciones empresariales como la Cámara de Comercio.

El comité promociona Barcelona como origen y destino de las distintas rutas y trabaja también para lograr que la capital catalana sea sede de una compañía aérea, lo que repercutiría en abundantes puestos de trabajo, en su inmensa mayoría cualificados. Pero para ello haría falta, opinan la mayor parte de los implicados, un cambio en el modelo aeroportuario catalán.

Romper el monopolio

Los aeropuertos españoles, todos, dependen hoy de un organismo centralizado: Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). La voluntad del Gobierno catalán es intentar que se rompa el monopolio y que los aeropuertos puedan ser gestionados con criterios territoriales. Este cambio de manos en la gestión permitiría jugar, por ejemplo, con las tasas aéreas e incentivar el tipo de vuelos que se quiera potenciar y, al contrario, desalentar los que quieran evitarse.La gestión con criterios territoriales, que permitiría incentivar unos vuelos y desalentar otros, sería aún más efectiva si se dispusiera de un sistema aeroportuario en red formado por el aeropuerto de Barcelona, el de Reus y el de Girona, conectados los tres por la línea del tren de alta velocidad. La triple conexión permitiría a Barcelona convertirse en lo que se conoce como un hub, o un aeropuerto que ofrece grandes vuelos que se llenan con el personal del entorno inmediato y también con el procedente de vuelos de otros aeropuertos más pequeños que no ofrecen todos los servicios.

La intención del Gobierno catalán es que Barcelona pueda competir con el aeropuerto de Madrid, rivalidad que AENA no sólo no ha potenciado, sino que, en opinión de las administraciones catalanas, intenta impedir. Si se cumplen los planes del Ejecutivo, el aeropuerto de El Prat sería el de Cataluña, Valencia, parte de Aragón y buena parte del sur de Francia.

En este contexto, Iberia acaba de aprobar su plan director hasta 2008 para ahorrar 600 millones de euros. Además de reducir plantilla, el plan plantea potenciar los vuelos de largo recorrido y reducir los de corto menos rentables. El plan no concreta rutas, pero hace un mes el presidente de la compañía, Fernando Conte, sugirió que se suprimirían rutas desde Barcelona.