350 voladuras para cuatro kilómetros

La construcción de algo más de cuatro kilómetros del corredor del Cadagua -la autovía de más de 35 kilómetros entre Bilbao y el límite con Burgos, a través de las Encartaciones- requerirá casi 350 voladuras de explosivos. El proyecto de la variante de Alonsotegi, una de las tres fases pendientes para culminar un corredor que empezó a construirse en 1989, fue definido ayer por los responsables de los trabajos como "el más complicado" ejecutado hasta ahora en una obra pública en Vizcaya. La orografía -un valle con altas pendientes- ha obligado a horadar el monte con explosivos y en el año que ha...

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La construcción de algo más de cuatro kilómetros del corredor del Cadagua -la autovía de más de 35 kilómetros entre Bilbao y el límite con Burgos, a través de las Encartaciones- requerirá casi 350 voladuras de explosivos. El proyecto de la variante de Alonsotegi, una de las tres fases pendientes para culminar un corredor que empezó a construirse en 1989, fue definido ayer por los responsables de los trabajos como "el más complicado" ejecutado hasta ahora en una obra pública en Vizcaya. La orografía -un valle con altas pendientes- ha obligado a horadar el monte con explosivos y en el año que ha transcurrido de obras ya se han realizado 170 voladuras, explicó ayer el diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero.

Este tramo de 4,4 kilómetros tendrá un coste de 56,5 millones de euros y su conclusión se prevé para la primavera de 2007. La Diputación vizcaína, que ayer organizó la primera visita de medios de comunicación a los trabajos, ilustró su magnitud: se realizarán desmontes de hasta 75 metros y habrá muros de contención de 30 metros de altura.

Las dificultades orográficas vienen acompañadas por la cercanía de la actual carretera que atraviesa la zona y la existencia de viviendas a pocos metros.

Las explosiones han causado ya hasta cuatro incidentes con desprendimientos de rocas junto a inmuebles y, con ello, las quejas vecinales. El alcalde de Alonsotegi, el peneuvista Gabino Martínez de Arenaza, explicó que desde este verano funciona un protocolo de seguridad que avisa a los vecinos de las voladuras con 30 minutos de antelación y obliga, en caso de percance, a que los responsables de la obra atiendan la contingencia en cinco minutos. "El protocolo funciona bien", dijo.

Además de esta variante, ya están en marcha los otros dos tramos que completarán el corredor: Arbuio-Sodupe, de cinco kilómetros y un presupuesto de 63,8 millones, y el desdoblamiento de Padura-Aranguren, 5,8 kilómetros y 15,8 millones. La previsión es que todos se hallen concluidos en un plazo de dos años. Con ello, el tránsito entre Bilbao y Balmaseda tendrá una autovía de dos carriles en cada sentido a lo largo de casi 24 kilómetros y de un carril en los últimos 11, entre Zalla y Balmaseda.

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