Reportaje:

La patrona de Ecuador ya tiene casa en Lavapiés

Miles de personas reciben con una misa y una procesión a la Virgen del Cisne, la más venerada del país suramericano

Una nueva tradición nació ayer en Madrid, según afirmó, jaleado por una multitud, el concejal del distrito Centro, Luis Asúa. Esta "nueva tradición", comparable para Asúa a la de la Paloma o San Isidro, congregó a miles de ecuatorianos en la plaza Mayor para venerar una talla de madera de aproximadamente un metro de altura: la Churona, la Virgen del Cisne, patrona de Ecuador y objeto de gran devoción en el país suramericano.

Una riada de inmigrantes -10.000 a decir de la organización, la plaza Mayor estaba prácticamente llena- acudieron entregados al encuentro con su santa patron...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Una nueva tradición nació ayer en Madrid, según afirmó, jaleado por una multitud, el concejal del distrito Centro, Luis Asúa. Esta "nueva tradición", comparable para Asúa a la de la Paloma o San Isidro, congregó a miles de ecuatorianos en la plaza Mayor para venerar una talla de madera de aproximadamente un metro de altura: la Churona, la Virgen del Cisne, patrona de Ecuador y objeto de gran devoción en el país suramericano.

Una riada de inmigrantes -10.000 a decir de la organización, la plaza Mayor estaba prácticamente llena- acudieron entregados al encuentro con su santa patrona y ya han marcado en rojo en el calendario la próxima cita, de aquí a un año en el mismo lugar.

Y es que a partir de ayer, 11 de septiembre, la comunidad de inmigrantes más numerosa de la región -sólo en Madrid capital son más de 150.000 personas- tiene su lugar de reunión, "algo que faltaba", según afirmó Óscar Jara, uno de los organizadores del acto.

La iglesia madrileña de San Lorenzo guardará una réplica de la talla original

Está en el multicultural barrio de Lavapiés, en la iglesia de San Lorenzo, donde fue depositada la talla después del acto de bienvenida de ayer y las posteriores procesión y misa, emulando una tradición centenaria de Ecuador. Todo ello se amenizó con música y bailes tradicionales del país suramericano.

La idea es sencilla, pero nadie la había llevado a cabo hasta ahora. Un colectivo tan numeroso, y tan devoto, no tenía a quién venerar en Madrid. Así que a Carmen Ballagán, ecuatoriana, residente en la capital y miembro de la Fundación Virgen del Cisne, se le ocurrió traer una réplica de la Virgen, correspondientemente bendecida en Ecuador.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

De esta forma, con el apoyo de la Universidad Técnica de Loja y del Ayuntamiento de Madrid, miles de ecuatorianos ya pueden venerar a su patrona y pedirle protección y suerte. Indispensable también ha sido la colaboración del padre Emilio, el párroco de la iglesia de San Lorenzo, que ha aceptado custodiar la talla. De paso, su parroquia se ha asegurado de un día para otro medio millón de potenciales fieles.

Uno de esos fieles es Fernando Ángel Bastidas. En primera fila, ovacionaba emocionado cada vez que alguno de los cantantes u organizadores gritaban aquello de "¡Viva la Virgen del Cisne!", mientras sostenía una réplica en miniatura de la Virgen en sus manos. "Siempre me acompaña, la compré en 1986 y siempre ha estado conmigo", explica. Incluso el día que tiene delante la figura auténtica.

Todos los ecuatorianos de Madrid, y cuantos españoles quisieran, estaban convocados ayer en la plaza Mayor. Rondando las 11.30, con la plaza bastante llena, apareció la Virgen, para recocijo de los allí presentes. Había personas de todo tipo y condición, pero sobre todo muchos jóvenes y familias con niños pequeños. Entre las autoridades, el mencionado edil de Centro, Luis Asúa, y el embajador de Ecuador en España, Francisco Carrión.

La mayoría de los asistentes a la fiesta provienen de la provincia serrana de Loja, al sur del país. Son los habitantes de la sierra ecuatoriana quienes viajan en mayor número a España, y precisamente de la provincia de Loja, de la población de Cisne en concreto, es originaria la Virgen. También acudieron a la cita de ayer, aunque en menor proporción, ecuatorianos de las otras 19 provincias del país.

La tradición de la Virgen del Cisne se remonta 400 años atrás. Los miembros de la llamada Orden de los Caballeros del Cisne elevaban templos en honor a la Virgen María en la cima de las montañas de Europa, bajo el cuidado de los franciscanos, y los religiosos transmitieron el culto a esa Virgen a Alonso de Mercadillo, fundador de la ciudad ecuatoriana de Loja. La figura a la que se rinde culto en Ecuador la talló el español Diego de Robles en 1594 en madera de cedro. La que ha llegado a España es una réplica de aquélla. Ese año se levantó en Ecuador un santuario, que fue sustituido por sucesivas construcciones hasta que en 1934 se construyó el actual templo.

La peregrinación de devotos a la escarpada población de Cisne era tan masiva que Simón Bolívar ordenó que cada año la imagen fuese trasladada hasta Loja para poder ser venerada por más fieles con mayor comodidad. Esta romería, un paseo de 75 kilómetros, se celebra cada agosto con unos 30.000 fieles que acompañan a la Virgen en la fiesta más importante del año.

Ayer, cuando los grupos de música y danza Millenium y Quitus terminaron su actuación, se hizo una réplica a pequeña escala de esta tradición: acompañada por gran parte de los presentes, la Virgen fue llevada desde la plaza Mayor hasta su nueva casa en la iglesia de San Lorenzo. La comunidad católica ecuatoriana estaba feliz. "Estamos muy contentos, ahora tenemos un lugar de referencia al que acudir. ¡Aunque viva en Méndez Álvaro, pienso venir siempre a esta iglesia!", exclamó Mónica.

Terminada la actuación, llegó la locura de los fieles, que intentaron acercarse a la Virgen para pedirle protección. Sólo cuando se alcanzó cierto orden comenzó la procesión y terminó la "nueva tradición" de Madrid. Hasta el año que viene.

Archivado En