San Sebastián remozará su actual estación de autobuses a la espera de la nueva

El Ayuntamiento donostiarra va a rehabilitar la actual estación de autobuses de la plaza Pío XII, en el barrio de Amara, para mantenerla operativa durante otros cuatro años, al menos hasta que se construya la futura estación intermodal de la nueva zona urbana de Riberas de Loiola, según explicó ayer el alcalde, el socialista Odón Elorza.

La estación de Amara viene arrastrando desde hace años una situación de "infinita provisionalidad", reconoció Elorza. De hecho, no ofrece al viajero más que una deteriorada cubierta y unos cuantos bancos. Según un estudio que realizó el año pasado la re...

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El Ayuntamiento donostiarra va a rehabilitar la actual estación de autobuses de la plaza Pío XII, en el barrio de Amara, para mantenerla operativa durante otros cuatro años, al menos hasta que se construya la futura estación intermodal de la nueva zona urbana de Riberas de Loiola, según explicó ayer el alcalde, el socialista Odón Elorza.

La estación de Amara viene arrastrando desde hace años una situación de "infinita provisionalidad", reconoció Elorza. De hecho, no ofrece al viajero más que una deteriorada cubierta y unos cuantos bancos. Según un estudio que realizó el año pasado la revista Consumer, es la peor estación de autobuses de un total de 19 ciudades analizadas.

Ante esta situación, y a la espera de que la proyectada estación intermodal -una de las infraestructuras que mayor retraso acumula en San Sebastián- vea por fin la luz, el consistorio va a adecentar las instalaciones actuales. Para ello, se construirán espacios acristalados cubiertos, se habilitarán nuevos bancos y baños públicos, al tiempo que se arreglará la cubierta, anunció Odón Elorza.

El alcalde espera que estas obras de mejora doten de "una mayor dignidad" a la estación de Amara hasta que entre en funcionamiento la nueva en Riberas de Loiola, cuyo proyecto inicial se va a retocar por la dificultad de financiar con fondos públicos su alto coste, unos 50 millones de euros. El futuro equipamiento quedará soterrado en parte y conectará en el mismo punto las líneas de autobuses de largo y corto recorrido y los nuevos apeaderos de Euskotren y Renfe.

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