Raimundo Fernández Villaverde será abierta al tráfico el próximo día 31
La calle de Raimundo Fernández Villaverde (Tetuán), cortada desde que el pasado 12 de febrero se incendió el rascacielos Windsor, quedará abierta al tráfico el próximo día 31, después de que sean retiradas las grúas que han sido utilizadas para desmontar el edificio. Esta operación está prevista para el próximo día 15.
La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez (PP), explicó que será el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quien presida el 31 de agosto el acto con el que se devolverá a los propietarios del Windsor el solar que el edificio ocupaba y dará por finalizada la ejecución sustitutori...
La calle de Raimundo Fernández Villaverde (Tetuán), cortada desde que el pasado 12 de febrero se incendió el rascacielos Windsor, quedará abierta al tráfico el próximo día 31, después de que sean retiradas las grúas que han sido utilizadas para desmontar el edificio. Esta operación está prevista para el próximo día 15.
La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez (PP), explicó que será el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quien presida el 31 de agosto el acto con el que se devolverá a los propietarios del Windsor el solar que el edificio ocupaba y dará por finalizada la ejecución sustitutoria de las obras de demolición. En ese mismo acto, el tráfico por Raimundo Fernández Villaverde quedará abierto, lo que permitirá aprovechar el túnel que sustituyó al paso elevado de la glorieta de Cuatro Caminos, que fue inaugurado el 2 de marzo pasado pero cuya utilidad quedó muy limitada por los cortes de tráfico causados por el desmontaje del Windsor.
Martínez indicó: "Estamos satisfechos porque la demolición ha ido bien, en menos tiempo del inicialmente previsto, y el 31 de agosto habrá un acto en el que se devolverá el solar a los propietarios y los vehículos volverán a circular por Raimundo Fernández Villaverde".
El Windsor se incendió el 12 de febrero pasado cuando estaba en obras de remodelación para adaptar sus sistemas de protección antiincendios a la nueva normativa. El peligroso estado en que quedó el edificio tras el devastador incendio llevó al Consistorio a ejercer la dirección de las obras de demolición y ejecutarlas de forma sustitutoria, tras alcanzar un acuerdo con los propietarios, la empresa inmobiliaria Asón.